Seguimiento "total" en la segunda jornada de huelga del metal con carga policial

La huelga indefinida del sector del metal alcanza su segunda jornada con un paro generalizado en las principales industrias de la provincia. Los sindicatos denuncian el bloqueo empresarial y reclaman un convenio digno, mientras la patronal asegura estar dispuesta a retomar las negociaciones “en cuanto las condiciones lo permitan” y defiende como “equilibrada y sostenible” su propuesta al convenio.
La segunda jornada de huelga indefinida del sector del metal en la provincia de Ciudad Real ha arrancado este martes con un seguimiento masivo, según ha asegurado el secretario general de CCOO Castilla-La Mancha, Javier Ortega en Puertollano (Ciudad Real) - EFE/ Jesús Monroy
La segunda jornada de huelga indefinida del sector del metal en la provincia de Ciudad Real ha arrancado este martes con un seguimiento masivo, según ha asegurado el secretario general de CCOO Castilla-La Mancha, Javier Ortega en Puertollano (Ciudad Real) - EFE/ Jesús Monroy

La segunda jornada de la huelga indefinida del sector del metal en Ciudad Real ha arrancado este martes con fuerza renovada. Desde antes del amanecer, los accesos al complejo petroquímico de Puertollano y a las principales industrias de la provincia se han llenado de trabajadores que, entre el frío de la madrugada y el ruido de los tambores improvisados, han querido evidenciar que la movilización está más viva que nunca.

La convocatoria, impulsada por UGT y CCOO tras diez meses de negociaciones estancadas con la patronal, ha vuelto a registrar un seguimiento muy elevado: cerca del 95 % en el conjunto de la provincia y del 100 % en Puertollano, donde se localizan las grandes factorías y buena parte del tejido auxiliar. La paralización afecta también a empresas de electricidad, telecomunicaciones, fibra óptica, fotovoltaicas y talleres de automoción, reflejo de un sector transversal que sostiene una parte estratégica del empleo industrial en Castilla-La Mancha.

Carga policial ante un inicio de jornada convulso

La jornada ha estado marcada por los incidentes ocurridos a primera hora en Puertollano. La Policía Nacional ha recurrido al uso de material antidisturbios para contener a un grupo de manifestantes que trataba de bloquear la entrada de vehículos al Centro de Transportes y, por extensión, al complejo petroquímico. Según fuentes oficiales, algunos trabajadores habrían lanzado piedras y objetos contra el dispositivo policial, lo que derivó en una intervención para dispersar a los concentrados.

Durante varios minutos, la tensión se palpó en la ciudad industrial, donde incluso el destello de las sirenas se mezclaba con la luz aún débil del amanecer. Con el paso de las horas, la situación ha recuperado cierta normalidad y los agentes han garantizado la entrada de personal sin más incidentes destacables.

Mientras tanto, los piquetes han continuado su labor informativa a lo largo de la mañana en un clima más calmado, aunque marcado por la determinación de mantener la presión hasta lograr un desbloqueo de la negociación colectiva.

Un paro que se extiende y fija el ritmo del conflicto

Los sindicatos destacan que la huelga se sostiene sobre una amplia base social y laboral. No solo se ha notado en gigantes industriales como las auxiliares de Repsol, Nazan o Cortizo, sino en contratas, pequeñas y medianas empresas, plantas solares y talleres de todo el territorio. La provincia, con más de 15.000 empleos directos afectados y miles más indirectos, está sintiendo el impacto de una movilización que para muchos va más allá de una negociación sectorial.

La industria metalúrgica ha sido históricamente un motor económico de comarcas como Puertollano, Manzanares, Tomelloso, Valdepeñas o Campo de Criptana. Representa, en conjunto, uno de los pilares del tejido productivo regional. Por ello, los trabajadores insisten en que la defensa del convenio no es solo un asunto laboral, sino una cuestión de estabilidad económica y social para toda la provincia.

Un conflicto enquistado: las posiciones enfrentadas

El núcleo del enfrentamiento se sitúa en la falta de avances en la negociación del nuevo convenio colectivo. Los sindicatos aseguran que la patronal mantiene posturas “inasumibles”, entre ellas la congelación de la antigüedad, un extremo que consideran una línea roja porque “abriría un precedente que dejaría vulnerable al conjunto de los trabajadores de Castilla-La Mancha”.

En la misma dirección, piden incrementos salariales del 5 %, acordes al aumento del coste de la vida; la actualización de pluses, especialmente los vinculados a las paradas técnicas; y mejoras en la organización del trabajo para garantizar la seguridad y una regulación adecuada de retenes y recursos preventivos.

Los representantes sindicales consideran que la negociación se ha roto porque la patronal ha renunciado a cualquier acercamiento. Aseguran estar a la espera de una llamada que permita reactivar el diálogo, incluso con la mediación del Jurado Arbitral de Ciudad Real, que podría ejercer de vía neutral para encauzar el conflicto.

Solidaridad y respaldo de otras organizaciones

A las centrales convocantes se ha sumado también el Sindicato de Trabajadores (STR), cuyos afiliados han decidido incorporarse activamente a la huelga tras una asamblea interna. Argumentan que la defensa del convenio dignifica a quienes sostienen el sector y que la unidad sindical es clave para impedir retrocesos.

El STR subraya además el apoyo de trabajadores del metal de Ciudad Real que se encuentran desplazados en la ciudad lusa de Sines, donde participan en proyectos industriales. La imagen de estos operarios posando con pancartas de respaldo desde Portugal ha circulado en redes sociales como símbolo de una lucha que —dicen— trasciende fronteras.

Nuevas movilizaciones en camino

Sin señales de apertura por parte de la patronal, las organizaciones laborales ya preparan las próximas acciones de presión. Este miércoles tendrá lugar una gran manifestación en Ciudad Real, que partirá a las 11.30 horas desde la sede de la Asociación Provincial de Empresarios de Siderometalurgia (APES) hasta la Plaza Mayor. Para facilitar la asistencia, saldrán autobuses desde Puertollano y Manzanares.

La protesta busca ampliar el foco más allá de los accesos industriales y llevar el conflicto hasta la capital provincial, donde los sindicatos esperan una participación multitudinaria.

A pie de piquete, muchos trabajadores expresan que la batalla apenas comienza. Son conscientes de que el paro indefinido supone un esfuerzo económico personal —sueldos que dejan de cobrarse, días de incertidumbre— pero insisten en que merece la pena si el objetivo es preservar derechos que consideran irrenunciables.

La huelga está viva”, repiten, convencidos de que el tiempo y la presión jugarán a su favor.

La patronal defiende su propuesta y mantiene su disposición al diálogo

En paralelo al seguimiento mayoritario de la huelga, la Asociación Provincial de Empresarios de Siderometalurgia (APES) y la Asociación Provincial de Empresarios de Automoción (APEA) han defendido públicamente la “responsabilidad y equilibrio” de su propuesta al nuevo convenio colectivo. La patronal asegura que su oferta protege el empleo y preserva los derechos consolidados, al tiempo que garantiza la competitividad del sector en la provincia.

Entre los elementos que consideran más significativos, los empresarios destacan que se mantiene el Plus de Parada en 60 euros brutos diarios, vigente de lunes a domingo, y se sostienen las condiciones anteriores, salvo la supresión del complemento adicional por objetivos de seguridad, que —explican— ya queda cubierto por las obligaciones preventivas.

También se incluye una mejora retributiva de carácter voluntario para quienes trabajen en el complejo petroquímico de Puertollano —6,18 euros al día— y otra para los empleados de talleres de la comarca vinculados al mismo —3,09 euros diarios—. APES y APEA remarcan que son incentivos exclusivos de esa actividad y que contribuyen a reconocer la especificidad y exigencia de dichos trabajos.

Otro de los puntos que la patronal considera clave es el mantenimiento del complemento por incapacidad temporal. Únicamente se introduce una modificación: a partir de la tercera baja por enfermedad común dentro del mismo año, el complemento no se aplicaría, excepto cuando exista hospitalización o enfermedad crónica debidamente acreditada. El objetivo, afirman, es evitar el absentismo reiterado injustificado, sin mermar derechos generales.

En materia salarial, APES y APEA ofrecen una subida del 3 % anual, con revisión vinculada al IPC real y un posible ajuste adicional del 1 % en enero de 2028. Además, garantizan efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2025, lo que —señalan— asegura el mantenimiento del poder adquisitivo de la plantilla.

La patronal insiste en que “no se toca la antigüedad” ni los complementos de IT por accidente laboral, desmintiendo que se planteen recortes en ese sentido. Reclaman que los trabajadores tengan acceso a “la realidad” de la oferta trasladada a la representación sindical y aseguran que su intención no es reducir derechos, sino “alcanzar un acuerdo sensato y sostenible para el futuro del empleo en la provincia”.

Tras la escalada de tensión vivida en Puertollano, APES y APEA subrayan igualmente que mantienen su “plena voluntad de diálogo y negociación” y se muestran dispuestas a retomar las conversaciones tan pronto como se den las condiciones necesarias para avanzar hacia un convenio que represente “a todas las empresas y a todos los trabajadores del metal”.

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