Asaja Albacete pide la inclusión en ayudas para frutos de cáscara por la sequía

La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (Asaja) Albacete ha criticado que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación haya excluido a la provincia albaceteña de las ayudas para los frutos de cáscara por la sequía, siendo esta una de las mayores productoras y con mayor extensión en cultivos, como el almendro o el pistacho, a la que afecta el déficit de lluvia.
Tras la publicación en el BOE del Real Decreto 347/2025, de 22 de abril, por el que se aprueba una ayuda de concesión directa para compensar los efectos de la sequía sobre la producción agraria en determinadas provincias del arco mediterráneo español, Asaja Albacete ha reclamado al Ministerio que incluya a la provincia en estas ayudas, máxime cuando la severa sequía que ha asolado durante los últimos años a la provincia de Albacete ha afectado al 85 por ciento de los municipios, muchos de los cuales llevan varios años con precipitaciones "muy por debajo de la media", según ha informado Asaja Albacete por nota de prensa.
Además, la pérdida de ingresos de los agricultores afectados por la sequía pone en peligro la viabilidad económica de sus explotaciones agrícolas, por lo que desde la asociación han recordado, además, que en el propio Real Decreto se destaca "la gran importancia tanto social como económica de estos cultivos en dichos municipios, así como una especial relevancia medioambiental, pues por las propias características agroclimáticas extremas habituales en esta zona del país, no es posible la implantación de otros cultivos, por lo que el mantenimiento de estos cultivos es clave para frenar el avance del desierto".
Las consecuencias de la sequía para los cultivos de fruto de cáscara en la provincia de Albacete durante los últimos años ha provocado que, por ejemplo, en el almendro, el árbol haya estado cada vez más débil, con un menor engorde, lo que ha producido que el árbol se desprendiese de la cantidad del fruto que no podía aguantar y que ha conllevado a una menor producción.
Además, la sequía también ha provocado, según la organización agraria, que el cuajado o solidificación del gajo no fuese bueno, lo que ha dado como resultado un menor rendimiento de la pepita. A esto, hay que añadir que no solo fue visible en las campañas de cada año, sino que el crecimiento vegetativo del año siguiente fuese menor.
Por este motivo, la falta de lluvias también supuso que los árboles más débiles, directamente muriesen, y los más sanos, tuviesen barrenillo, lo que ha provocado que al año siguiente no floreciesen y, por tanto, no dieran fruto para cosechar.