Y Vox sigue creciendo

Mientras el PP se afana en demostrar las relaciones de Sánchez con las saunas/prostíbulos de su suegro, y el Gobierno espera expectante nuevas revelaciones del caso Cerdán, Abascal sigue creciendo.

No es que su última y repugnante propuesta copiada de Trump, (ni siquiera en eso son originales) de deportar a los inmigrantes con sus familias y sus niños, haya despertado el entusiasmo ciudadano. Es que Feijóo y Sánchez le están haciendo la campaña.

Su intención, además de racista y xenófoba, dejaría la economía española tambaleándose. Todos los informes de datos de empleo evidencian la necesidad de mano de obra emigrante, en un país donde el relevo generacional se ha estancado sin perspectivas de cambio.

Pero, eso qué importa, frente a la limpieza étnica de echar fuera a "negros y moros". Así de primaria es su apuesta política.

Así que, mientras el Gobierno contenta a ERC y su apoyo en el Congreso y en Cataluña, con la financiación "particular" y la cesión del cobro del IRPF por la Generalitat, el PP se enfrasca en los prostíbulos y la ultraderecha en las deportaciones.

El resto de los socios alzarán la voz si sus comunidades autónomas se ven relegadas por este "regalo" a Cataluña que, pese a haber sido aprobado hace casi un año, es ahora cuando toma cuerpo y se conocerá su alcance.

La última encuesta del CIS, organismo que sólo acumula descrédito, refleja una pérdida de respaldo al PSOE, por los casos de corrupción, una falta de crecimiento del PP y un alza importante de la ultraderecha. De seguir así, la proclama, con la boca pequeña, asegurando que Vox no entrará en su futuro Gobierno pierde la poca credibilidad que inspiraba. Porque, de seguir Sánchez empeñado en "no tirar la toalla", y Feijóo obsesionado por causas banales, va a ser Abascal quien ocupe la Moncloa. Y de eso hay bastantes ejemplos en la Unión Europea, sin ir más lejos.

Curiosamente la encuesta del CIS también señala que, tras la vivienda, que sigue siendo la principal preocupación de los españoles, la segunda vuelve a ser la corrupción. Que había caído hasta la undécima posición.

Y, mientras la política nacional anda enfangada, como suele, con el "y tú más", se ha conocido que el ministerio de Vivienda, al frente del cual está Isabel Rodríguez solo ejecutó un treinta y dos por ciento de su presupuesto el año pasado, el que menos ha gastado de todos los ministerios. Lo que quiere decir que la principal preocupación de los españoles no entra en los afanes del Ejecutivo.

¡Qué fácil se lo están poniendo a los ultras!