Sálvese el que pueda, todos largan

Antes de que el furgón de la Guardia Civil los llevara a la cárcel de Soto del Real, Ábalos y Koldo se dedicaron a dar entrevistas a medios a los que nunca hubieran hecho declaraciones en su etapa de poder. Pero, llegado el momento que nunca habían previsto, el exministro empezó a largar, como aviso a navegantes, para que desde Moncloa lo sacaran del atolladero. O como venganza, ante lo que considera un abandono injusto. Pese a que la vicepresidente Montero aseguró, con la contundencia habitual, que el Gobierno no aceptaba chantajes y que eso era algo que el reo conocía perfectamente, el nerviosismo era palpable.

Sánchez nunca le ha dicho "José Luis sé fuerte", como hizo Rajoy con Bárcenas, tal vez por eso su advertencia sobre la necesidad de investigar el rescate de Air Europa y la mediación de Begoña Gómez, era un disparo a la línea de flotación de la Moncloa.

Ábalos se aferró a su escaño, pese al vacío que sus compañeros de bancada le dispensaron, pensando que allí, en el hemiciclo estaría a salvo. Cuando ha visto que no, sus dardos han alcanzado hasta a Yolanda Díaz y el uso de su vivienda oficial.

Pero todo da a entender que esto es solo un medido anticipo de todo lo que puede contar. Desde el tour en el Peugeot hasta su defenestración, ha sido el confidente de Sánchez y sabe de todas las citas y movimientos que acabaron en la moción de censura.

Pero no sólo sus ex compañeros del Consejo de Ministros deberían estar preocupados, otros, cercanos a Sánchez, como Zapatero, también.

¿Existió realmente la cita con Otegui en un caserío?, no resulta tan increíble después de la estrecha amistad que han forjado Puigdemont y Cerdán, a base de entrevistas en Bruselas y en Suiza, para sostener un apoyo que ahora se ha venido abajo.

Pero, como en este momento político vergonzoso, la miseria alcanza a todos, el expresidente Mazón y su partido el PP, que quiere dar carpetazo al tema de la Dana, se enfrentan también a las "verdades" de la exconsejera Salomé Pradas, única investigada de momento, que ha decidido no cargar con la culpa. Asegura que recibió la orden de "no molestar al President a partir de las dos y media de la tarde del día de la tragedia, pero que se saltó la orden por la gravedad de los hechos. Y que no "pareció muy preocupado".

Y, en medio de este lodazal, Feijoo convoca una manifestación contra la corrupción e intenta que Junts (hasta ahora va de retro) apoye una moción de censura contra Sánchez. Y no se les cae la cara de vergüenza a ninguno.