Sabe de lo que habla

Josep Borrell, ex ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Pedro Sánchez, ex presidente del Parlamento Europeo y ex jefe de la diplomacia europea, ha hablado alto y claro: está en contra de la propuesta de una financiación singular para Cataluña.

El Gobierno se aferra en su argumentario en que se está criticando una propuesta sin haberla leído. Pero el ex ministro de ese mismo Ejecutivo, socialista del PSC, sabe bien de lo que habla. De hecho, ha admitido que la propuesta apenas se conoce, "nos lo van diciendo poco a poco porque el calibre del supositorio es demasiado grande para que pase de una vez. Alega, con la contundencia que le caracteriza.

Como corresponde a su larga militancia, exige que se abra un debate en el seno del partido sobre este tema que califica así: "no es federal, ni progresista, ni generalizable". Y, una vez más, tiene razón. Resulta llamativo que en las reuniones de la cúpula del PSOE la única voz que se atreve a discrepar sea la de Page, que es inmediatamente descalificado. No existe debate porque ni se plantea, ni interesa, ni se atreven.

Borrell, para explicar su postura en contra, dijo también que la propuesta es absolutamente equiparable con la excepcionalidad vasca o Navarra y eso se "llama concierto o convenio" y no es generalizable a todas las comunidades autónomas. Y vuelve a tener razón y a saber de lo que habla.

Tal vez, ante las críticas que le van a llover, convenga recordar que, tras el referéndum de independencia de Cataluña, el fue uno de los oradores que se dirigió a los participantes de la inmensa manifestación ciudadana en contra de la declaración unilateral. Su intervención, aplaudida sonoramente por sus compañeros de partido fue brillante, habló de sentimientos, derechos y la primacía de la Constitución.

Por tanto, nada ha cambiado en sus convicciones. Lo que ha cambiado es la necesidad de Pedro Sánchez de contar con los votos de ERC y Junts para poder acabar la legislatura. Y el imprescindible apoyo que Salvador Illa necesita para seguir al frente de la Generalitat.

Por eso, al Gobierno le cuesta tanto explicarlo y pretende, como ha dicho Borrell, hacernos comulgar con ruedas de molino.