No caerá esa breva
Vi y escuché las declaraciones de Trump (a Trump hay que verlo y escucharlo al mismo tiempo), creo que en Youtube, en las que el magnate-mangante-golpista y presidente de Estados Unidos (cada vez más desunidos gracias a él) decía que dado que a la economía española le va bien gracias a él (aquí no se si poner "sic" entre paréntesis), España y los españoles deberíamos gastar más dinero en comprar sus armas y así mejorar los resultados económicos de la industria bélica americana, ayudando así de paso a disfrazar las consecuencias ruinosas que ha tenido su política de reducción o eliminación de impuestos a los más ricos.
Y esto que nos aconseja, o más bien, nos ordena, debemos hacerlo aún a riesgo de que debido a ese gasto en armas americanas, peligren las mamografías en nuestro país o la edad de jubilación de los españoles se siga retrasando aún más, sine die. Y eso que ya nos jubilamos varios años más tarde que los ciudadanos franceses, que se resisten con uñas y dientes a que nadie les toque ni les recorte ese derecho, motivo por el cual ya han caído varios primeros ministros franceses de la era Macron, que a este paso va a batir algún tipo de récord.
Como viene siendo habitual, los ciudadanos franceses siguen dando ejemplo a Europa de cómo se defienden los derechos conquistados. No sé si una segunda revolución francesa, ahora posmoderna y contra el neofeudalismo plutócrata, es una hipótesis descabellada, de política ficción.
En caso de no obedecerle, proponía Trump en el video de Youtube a alguien que estaba frente a él pero invisible para nosotros, expulsar a España de la OTAN. A su derecha, sentado y ensayando diversos gestos con la cara, estaba el primer ministro finlandés, que como les suele ocurrir a los dirigentes europeos cuando están frente a este energúmeno, no sabía muy bien qué cara poner, si asentir sin reflexionar a todo lo que dijera Trump, o reirle los chistes aunque fueran malos. En cualquier caso, deben haber consensuado nuestros dirigentes, a lo que parece, mostrarse dóciles y obedientes en estos encuentros -o encontronazos- bilaterales con Donald Trump, que como niño malcriado, evolucionado en gánster polifacético, no le gusta que le contradigan.
Recuerdo que al escuchar esa propuesta de Trump, de expulsarnos de la OTAN, pensé enseguida: !No caerá esa breva! Porque al fin y al cabo la OTAN es una organización criminal y ser expulsados de ella por falta de méritos (sea esto cierto o no), me parece a mí que debe ser motivo de orgullo.
Además así podríamos evitar el riesgo de que se repitiera un accidente nuclear con bombas atómicas como aquel de Palomares, tan disimulado por Fraga Iribarne y colegas, dado que el amigo americano sigue fiel a sus usos y costumbres imperiales, utilizando nuestras bases según le venga en gana.
¿Por qué digo que la OTAN es una organización criminal?
Sobran los motivos, pero escojamos uno: si una organización cuenta entre sus socios principales con criminales de guerra que deberían ser reclamados por la justicia internacional, se convierte de facto en una organización criminal.
A la hora de cumplir este silogismo sobran los candidatos, en una historia ya dilatada en el tiempo, pero retengamos solo uno de sus últimos fichajes: Donald Trump.
Trump, como colaboracionista principal del genocidio en Gaza, es un criminal de guerra, al igual que Netanyahu. Los tribunales internacionales deberían estudiar su caso y su colaboración necesaria y decidida en este crimen contra la humanidad.
De ahí que la pertenencia a la OTAN en compañía de semejantes sujetos, sea una opción muy poco recomendable y muy poco ética, digan lo que digan los expertos en geopolítica y estrategia militar.
