Interinos estafados

El triunfo del neoliberalismo en España es paralelo y proporcional al deterioro de sus servicios públicos.

Somos testigos desde hace ya mucho tiempo de las acciones programadas y muy voluntariosas para arrojar al cubo de la basura aquello que más plenamente llena de contenido la cáscara constitucional: los servicios públicos.

Como ejemplo notable de este programa de demolición, con su parte de saqueo, lucro, y botín, tenemos en acción ahora mismo y en primera linea, a Isabel Díaz Ayuso, y las últimas noticias sobre el Hospital de Torrejón, son un suma y sigue. PP y VOX siempre trabajarán contra los servicios públicos y a favor del lucro de unos pocos. Ambos son instrumento de la plutocracia.

Pero no solo por ahí se evaporan nuestros servicios públicos, o sea, el contenido sólido de nuestra democracia y nuestra constitución. Existen otros saqueos en marcha y con otros orígenes.

La estafa laboral por abuso de temporalidad de los trabajadores interinos de nuestras administraciones públicas, es un ejemplo de ello.

Las administraciones públicas españolas han burlado durante muchos años la legalidad europea en esta materia, cuyo objetivo es proteger a los trabajadores. Se completa la burla y la estafa (ahora mismo) cesando a interinos que han sido víctimas de una estafa. Como ocurrió con la solución falsa e inmoral del austericidio, pagan las víctimas.

Todo esto al mismo tiempo que nos gastamos muchos millones de euros en armas por orden de Trump, ese delincuente peligroso.

¿Gobierno progresista?

El objetivo actual sigue siendo engañar a Europa en materia laboral.

Leemos en un artículo reciente publicado en El "Diario Sabemos" con fecha 28 de noviembre de 2025, que firma José Antonio Gómez, y titulado "España pretende cumplir con Bruselas a golpe de despidos", lo siguiente:

"Mientras Portugal, Italia o Francia han optado por mecanismos de conversión estructural hacia la fijeza, España ha legitimado un modelo donde la solución al abuso no es estabilizar la relación, sino finalizarla".

Y también leemos:

"Europa pidió estabilidad laboral. España ha respondido con estabilidad estadística".

O sea: "Cumplir la estadística, incumplir el derecho”.

Aunque no es necesario decir que un gobierno (o unos gobiernos, porque son varios gobiernos sucesivos los responsables) que estafa a los trabajadores y no respeta sus derechos laborales, no puede calificarse de progresista, lo decimos una vez más. Las nuevas normalidades impuestas nos han vuelto ciegos a los hechos y la evidencia.

Lo grave de este tema es que al abuso cometido contra estos trabajadores, se suma el deterioro de los servicios públicos provocado al cesarlos y no respetar su derecho a la estabilidad y la fijeza.

Esta gestión nefasta y explotadora, de inspiración neoliberal, la pagamos los ciudadanos españoles de varias formas: los ciudadanos interinos la pagan porque han sido estafados, y todos nosotros porque nos toca pagar las multas impuestas por Bruselas, y además sufrir el deterioro de los servicios públicos derivado de esa gestión.

Mientras tanto hay dinero abundante para comprarle armas a Trump.

Este asunto es un capítulo más de la serie neoliberal titulada "La factura de las estafas la pagan sus víctimas". Un capítulo ya lo pudimos ver y sufrir durante la estafa financiera de 2008, lo que algunos llaman la "gran recesión" mientras otros la disfrazan con el término técnico de "crisis", probablemente para evitar consecuencias penales a sus autores directos.

Más o menos como ocurre ahora con la estafa cometida contra los interinos, que se envuelve también y se oculta entre términos técnicos.

Si no reaccionamos, esta serie basada en estafas sucesivas, con endose de la factura a sus víctimas, amenaza con tener nuevos y más sórdidos capítulos.

De momento empecemos por corregir como se debe la estafa cometida contra los interinos de las administraciones públicas, y hagamos pagar la factura a sus autores. Que tienen nombre y apellidos.