Incumplimientos, mentiras y fraudes

No hay un solo capítulo importante donde el Gobierno haya cumplido sus promesas y sus obligaciones. Empezando por los Presupuestos, incapaz de aprobar uno solo en toda la Legislatura. En ocasiones, ante la seguridad de no lograr los votos para aprobarlos, ni siquiera los ha presentado como exige la Constitución. El enorme incremento de la recaudación fiscal y el traspaso de recursos entre partidas e incluso entre Ministerios, posiblemente inconstitucional, permite al Gobierno gobernar sin Presupuestos. Y la oposición mirando hacia otros lados a pesar de que las comunidades autónomas donde gobiernan se ven obligadas a presupuestar a ciegas porque no saben con qué recursos del Estado van a contar...

Son innumerables los asuntos en los que el Gobierno nos ha mentido. Desde "la amnistía es inconstitucional" a blindar a los delincuentes políticos. Desde "el no hay caso" tras los primeros informes de la UCO a la imputación con indicios más que sobrados de la mujer del presidente, de su hermano del fiscal general del Estado y de los dos máximos responsables del PSOE, después del secretario general. Desde la negativa rotunda a la doble contabilidad y la financiación ilegal en el PSOE hasta lo que sabemos hoy: los sobres de dinero negro circulaban por Ferraz con generosidad. Sánchez llegó al poder denunciando la corrupción del anterior Gobierno y la corrupción ha cabalgado libremente y como nunca por los pasillos del poder.

Este Gobierno ha usado todos los instrumentos posibles para desviarla atención hacia sus corruptelas. Primero fue una feroz campaña contra los abusos dentro de la Iglesia. Luego "el año Franco". Más tarde, la ley ELA. Siguió la DANA. Y las pulseras para las mujeres amenazadas. Ahora el genocidio israelí en Gaza. De los abusos no ha vuelto a hablar y es la Iglesia la que ha empezado a indemnizar a las víctimas, mientras crecen cada día las noticias sobre abusos en la sociedad: solo se denuncian el 15 por ciento y la inmensa mayoría se producen en la familia o en los centros deportivos. Del año Franco y los fastuosos gastos, sólo ha habido negocio para unos pocos amigos. El fraude a los enfermos de ELA tras aprobar una ley y no dotarla de medios es mayúsculo. La DANA sólo sirvió para echar la culpa al PP, pero los fondos prometidos no han llegado a los afectados y no se ha emprendido ninguna obra para evitar una nueva catástrofe. Los de las mujeres, primero fue ocultarlo, luego decir que no afectó a ninguna y, finalmente, seguir como si nada hubiera pasado. En lo que respecta a Gaza, la voluntad de situarse frente a Trump y hacer un gesto que coloque al Gobierno en "el lado correcto de la historia" con el menor esfuerzo, eludiendo la responsabilidad de Hamas y mintiendo sobre los contratos con Israel, oscurece lo que podía haber sido una decisión justa. Y no digamos nada sobre la cortina de humo que es siempre el Madrid de Díaz Ayuso.

Las estadísticas del empleo son tan fiables como las encuestas del CIS de Tezanos o las de cuántas personas están cobrando el Ingreso Mínimo Vital. No sabremos nunca de quién fue la culpa del apagón que dejó a oscuras a España, ni cómo y en qué se han gastado los Fondos Europeos que iban a servir para la mayor modernización tecnológica de España. Pero eso sí, Sanidad, que tiene a toda la profesión médica en contra por su incapacidad, quiere ofrecer condones gratuitos a los jóvenes desde los catorce años. Se supone que para usarlos.

El único pacto de Estado que el presidente ha ofrecido a la oposición no es sobre la vivienda, la inmigración -otra cortina de humo que usa el Gobierno para identificar al PP y Vox, pero sin hacer nada para solucionar ni el problema de los menores en Canarias ni el de los 500.000 inmigrantes que esperan una regularización imprescindible-, sobre la sanidad o la educación. Ha sido para blindar el aborto en la Constitución, asunto, sin duda, que es la mayor preocupación de los españoles hoy. La única realidad es que la economía "va como un tiro", pero con "un gobierno progresista" ha crecido la desigualdad entre españoles: los ricos son más ricos y los pobres son muchos más y mucho más pobres, los jóvenes no pueden acceder a una vivienda y sus sueldos no dan para vivir. Incumplir, mentir y engañar.