El espejismo del 'sorpasso'
Soroche llaman en Argentina y Bolivia al mal de montaña, la hipoxia que provoca la falta de oxígeno que genera la altitud. Su equivalente en la jerga política sería el "sorpasso", palabra italiana que hizo fortuna para señalar la ilusión que crean las expectativas electorales de un partido político en función de los datos que aportan los sondeos referidos a la intención de voto.
El resultado de esas expectativas, cuando son muy elevadas, puede conducir a un espejismo que suele aparejar grandes decepciones cuando no son refrendadas por las urnas. En España tenemos algunos ejemplos.
El más llamativo cuajó en torno a Ciudadanos un partido hoy desaparecido que llegó a tener 57 diputados en el Congreso y al que, en las vísperas de las elecciones del 10 de noviembre de 2019, las encuestas auguraban un resultado tan holgado que Albert Rivera, su joven y carismático líder, llegó a caer en el espejismo del "sorpasso", convencido de que podía adelantar al PP liderado por Mariano Rajoy.
Pudo haber pactado con el PSOE pero no lo hizo en la idea de convertirse en referencia hegemónica del centro derecha. Seis meses después perdió 47 escaños y más de dos millones y medio de votos lo que le llevó renunciar a la política. De aquella expectativa, a la postre frustrada, se derivaron algunas consecuencias políticas que lastran el panorama político español.
En una deriva similar acabó Podemos de la mano del liderazgo de Pablo Iglesias, tras haber alcanzado los cielos convirtiendo el movimiento social del 15 M en partido político para las elecciones generales de diciembre de 2015 y cosechando 69 diputados. Iglesias consiguió entrar como vicepresidente en el Gobierno que presidía Pedro Sánchez en 2020. Pero calculando mal la situación -el mal de altura- dejó el Ejecutivo para disputar la presidencia de la Comunidad de Madrid un año más tarde. Las encuestas y el viento de la historia parecían favorables. A la postre no fue así, el espejismo se quebró. El PP con Isabel Díaz Ayuso a la cabeza barrió. Iglesias reconoció la derrota y renuncio a estar en primera fila.
Iglesias y Rivera son pasado. Ahora a juzgar por sus ultimas declaraciones: "Vox se plantea superar el PP y superar al PSOE ", a quien las encuestas podrían llevar a orbitar en la ensoñación del "sorpasso" es a Santiago Abascal, líder del partido de la extrema derecha española. El tiempo dirá.