El turismo, clave económica
El sector turístico español ha vuelto a demostrar su enorme peso en la economía nacional. Durante el primer trimestre del año, los turistas que visitaron el país gastaron un total de 23.500 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,2% respecto al mismo periodo del año pasado. Este dato cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que la Semana Santa no se celebró en esos meses, lo que suele influir significativamente en el flujo turístico. El crecimiento no se ha limitado al gasto. También el empleo vinculado al turismo ha experimentado una evolución positiva, con un aumento del 3,5% en el número de afiliados a la Seguridad Social, alcanzando ya casi los 3 millones de trabajadores. Estos datos consolidan la importancia del sector, que ya representa el 13,5% del Producto Interior Bruto (PIB) español, lo que equivale a unos 225.000 millones de euros.
Según Rafael Ferragut, director de la Unidad de Hoteles y Turismo de Banca March, España sigue siendo una referencia mundial en turismo, especialmente en el segmento vacacional. "Somos líderes a nivel mundial en la hotelería vacacional, por lo que toca gestionar y defender ese liderazgo, señala el experto. Las previsiones para el cierre del ejercicio son optimistas. Sin embargo, los analistas advierten sobre algunos retos que podrían poner en riesgo esta tendencia positiva. El incierto contexto internacional, con conflictos geopolíticos y fluctuaciones económicas, puede afectar la llegada de turistas en el futuro cercano. Asimismo, fenómenos como la creciente turismofobia en ciertos destinos y la entrada en vigor de nuevas normativas sobre establecimientos turísticos podrían tener efectos notables.
Uno de los cambios más controvertidos es la posible desaparición de hasta un 70% de los pisos turísticos, según algunos operadores del sector. Esta reducción podría expulsar a miles de personas del mercado y provocar un encarecimiento de los hoteles, además de incentivar una economía sumergida difícil de controlar. Pese a estos desafíos, el turismo sigue siendo un pilar esencial de la economía española y un ámbito en el que el país sigue marcando tendencia a nivel global. El reto ahora está en gestionar con inteligencia su crecimiento, garantizando sostenibilidad, competitividad y cohesión social.