Una nueva crecida del río Alberche a su paso por Escalona obliga a cortar vías
El río Alberche ha experimentado este domingo una nueva crecida a su paso por la localidad toledana de Escalona. Las aguas han aumentado su nivel debido a un aporte extra del arroyo Perales, uno de sus afluentes, sumado a las precipitaciones recientes que han caído en la región.
Este incremento del flujo en las últimas horas ha causado nuevamente inconvenientes en las mismas áreas de la localidad que ya sufrieron las consecuencias de una crecida anterior, ocurrida hace pocas semanas, según ha informado CMM.
Varios accesos han tenido que ser clausurados otra vez porque el agua los ha dejado impracticables, incluyendo calles del pueblo que habían sido reabiertas al tráfico tras la disminución del caudal al detenerse las lluvias.
Por fortuna, no se reportan nuevas casas afectadas más allá de las 60 que ya habían resultado dañadas en las crecidas previas, y no ha sido necesario realizar evacuaciones.
Muchos vecinos están ocupados desechando objetos arruinados y adecentando sus hogares, aunque con la preocupación de si el río volverá a desbordarse. Critican que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) no lleva a cabo las tareas de mantenimiento adecuadas en el cauce.
Durante estas semanas de fuertes lluvias, el caudal del río Alberche ha alcanzado niveles entre 30 y 40 veces superiores a los normales en esta parte de la provincia de Toledo. Hasta que el volumen de agua no disminuya, no será posible iniciar el drenaje.
EL TAJO EN ALERTA ROJA EN TOLEDO
Además, este domingo el río Tajo también ha entrado en umbral rojo a su paso por la ciudad de Toledo. Su caudal ha subido entre 15 y 35 centímetros, lo que hace arriesgado aproximarse a las orillas, por lo que se pide extrema cautela.
El aviso se centra especialmente en la llamada “playa”, una franja de tierra blanca y estrecha que emergió en los últimos días junto al río y que ha atraído a numerosos curiosos esta semana.
El Ayuntamiento de la capital regional pide que se sigan sus advertencias y recomendaciones a la hora de transitar por la zona.
Por ahora, las autoridades mantienen la vigilancia y piden a residentes y turistas que respeten las indicaciones, las restricciones y las barreras instaladas, tras detectar que algunos las han ignorado para entrar en áreas restringidas.
Además, desde el Consistorio aclaran que no se trata de una playa real, sino de un depósito de sedimentos, partículas y desechos del fondo del río, arrastrados tras la reducción del caudal, y alertan que podría suponer un riesgo sanitario.
El próximo miércoles, según informó el viernes el alcalde de Toledo, técnicos de Medio Ambiente del municipio, junto a la Confederación Hidrográfica del Tajo y algunos vecinos, inspeccionarán el lugar para evaluar el destino de esta “playa”.
Mientras se decide qué pasará con este espacio surgido por las condiciones climáticas, tanto toledanos como visitantes se aproximan, intrigados, a contemplar este curioso fenómeno, ya conocido como la playa de Toledo.
