Castilla-La Mancha se suma a las protestas por un Estatuto Marco sanitario justo

Castilla-La Mancha se suma a las protestas por un Estatuto Marco sanitario justo
Profesionales sanitarios se concentraron este martes en las cinco capitales de Castilla-La Mancha para denunciar el bloqueo en la negociación del Estatuto Marco y exigir mejoras laborales que garanticen una atención de calidad.

Miles de profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS) salieron este martes a las calles en toda España y, en particular, en Castilla-La Mancha, para denunciar el “bloqueo” en la negociación del nuevo Estatuto Marco y exigir que la norma recoja mejoras laborales largamente reclamadas. Las concentraciones, convocadas por SATSE-FSES, FSS-CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde, se desarrollaron de forma simultánea frente a los hospitales de las cinco capitales de provincia de la región, con una notable participación de trabajadores de todas las categorías.

Rechazo a una “ley insuficiente”

Las organizaciones sindicales critican que el Ministerio de Sanidad, encabezado por Mónica García, haya roto de manera unilateral el calendario de reuniones pactado y pretenda elevar al Congreso de los Diputados, “deprisa y corriendo y por la puerta de atrás”, un texto legal que consideran “incompleto, parcial e interesado”. A su juicio, el borrador del Estatuto Marco no responde a las necesidades reales de un sistema sanitario marcado por años de recortes, precariedad y falta de reconocimiento profesional.

“Lo que plantea el Ministerio es un maquillaje legislativo que deja fuera reivindicaciones esenciales y no reconoce la realidad de un personal altamente cualificado y cada vez más exigido”, denunció una representante sindical en Toledo.

Las demandas: de la carrera profesional a la jubilación anticipada

En Castilla-La Mancha, los sindicatos remarcan dos aspectos específicos: la obligatoriedad del pago de la carrera profesional —que actualmente no se abona en la región y que se considera un derecho adquirido— y la regulación del solape de jornada. A nivel nacional, el catálogo de mejoras incluye el reconocimiento retributivo vinculado al nuevo modelo de clasificación profesional, una actualización acorde al nivel de responsabilidad y formación exigidos, así como la posibilidad de acceder a la jubilación voluntaria en modalidades anticipada o parcial.

También piden que el Estatuto Marco garantice estabilidad en el empleo, mecanismos de conciliación efectivos y que se refuercen plantillas para dar respuesta a las crecientes necesidades del sistema público de salud.

Tres años de negociación estancada

El proceso negociador se inició hace cerca de tres años y acumula alrededor de 40 reuniones entre el Ministerio y los sindicatos. Sin embargo, los representantes de los trabajadores denuncian la falta de avances sustanciales y acusan a Sanidad de “echar balones fuera” derivando responsabilidades a otros ministerios. “El Ministerio de Sanidad no es una isla aislada; forma parte de un Gobierno que puede y debe legislar para proteger a quienes sostienen la sanidad pública”, insistieron los manifestantes.

La dimensión estatal de la protesta

La jornada de este martes se enmarcó en una movilización a escala nacional, con miles de trabajadores concentrados en hospitales y centros sanitarios de todo el país. La convocatoria se concibe como el inicio de una “fase intensa” de presión sindical. De hecho, el 1 de octubre se ha fijado una gran protesta estatal frente a la sede del Ministerio de Sanidad en Madrid, donde confluirán delegaciones de todas las comunidades autónomas.

Los sindicatos sostienen que el Estatuto Marco es una norma “clave” para asegurar la calidad de la atención sanitaria presente y futura. “No hablamos solo de derechos laborales, sino de garantizar que el sistema público siga siendo eficaz, universal y de calidad para los pacientes”, remarcaron.

Un conflicto abierto

Las movilizaciones suponen, en la práctica, la apertura de un nuevo frente de presión en la política sanitaria española. Con un contexto de déficit de profesionales, aumento de la presión asistencial y debates sobre la financiación autonómica, el desenlace de la negociación del Estatuto Marco se vislumbra como uno de los retos más relevantes de la legislatura en el ámbito sanitario.

Mientras tanto, los sindicatos ya advierten que, si no hay avances tangibles, intensificarán las movilizaciones en otoño con más concentraciones, paros parciales e incluso huelgas en los servicios de salud.