España propone a la UE eliminar el cambio de hora desde 2026 por salud y ahorro

Este fin de semana los relojes se retrasarán una hora para dar paso al horario de invierno, que se mantendrá hasta marzo de 2026. El Gobierno de Pedro Sánchez llevará a la UE una propuesta para suprimir definitivamente el cambio horario, al considerar que ya no genera ahorro energético y afecta a la salud.
El horario de invierno comienza en la madrugada de este sábado al domingo: a las 3.00 serán las 2.00
El horario de invierno comienza en la madrugada de este sábado al domingo: a las 3.00 serán las 2.00

El horario de invierno comenzará en la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre, cuando a las 03:00 serán las 02:00. Este cambio, establecido por normativa europea, se mantendrá hasta la madrugada del 28 al 29 de marzo de 2026. Cada Estado miembro de la Unión Europea (UE) aplica el ajuste simultáneamente, siguiendo el calendario común fijado por Bruselas, que determina los últimos fines de semana de marzo y octubre para las modificaciones de hora.

Sin embargo, este podría ser uno de los últimos cambios si prospera la propuesta que España llevará este lunes al Consejo de Energía de la UE. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado su intención de reabrir el debate europeo sobre la abolición del cambio horario estacional, argumentando que apenas contribuye al ahorro energético y que tiene “un impacto negativo” en la salud y la vida cotidiana de los ciudadanos.

Una propuesta con apoyo científico y ciudadano

En un vídeo difundido en la red social X, Sánchez ha defendido que “no tiene sentido seguir retrasando y adelantando las agujas del reloj dos veces al año”. Ha recordado que la mayoría de los europeos y españoles se muestran en contra del cambio horario, y que “la ciencia nos dice que no supone un ahorro energético y sí altera los ritmos biológicos”.

El Ejecutivo español presentará en Luxemburgo esta propuesta en el Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía de la UE, con el objetivo de aprovechar el final del calendario vigente en 2026 como oportunidad para suprimir la práctica.

Desde Moncloa, fuentes oficiales insisten en que el Gobierno defenderá su postura sobre tres pilares: el respaldo ciudadano, la falta de evidencias de ahorro energético y los efectos negativos en la salud. “España lidera este debate para adaptar a Europa a los tiempos actuales. Es una cuestión de sentido común, bienestar y coherencia con la evidencia científica”, subrayan.

Un debate con historia en Europa

El cambio horario se implantó en España por primera vez en 1918, aunque tuvo interrupciones hasta su consolidación durante la dictadura de Franco, cuando se adoptó el horario de la Alemania nazi en 1940. La medida se recuperó definitivamente en los años 70, en plena crisis del petróleo, para ahorrar energía.

A nivel europeo, el cambio estacional comenzó a coordinarse en 1980 con el fin de armonizar horarios y reducir el consumo energético. Sin embargo, la Comisión Europea ya propuso su eliminación en 2018, planteando que cada país decidiera mantener el horario de verano o de invierno.

El Parlamento Europeo respaldó la idea en 2019, con el apoyo del 84 % de los ciudadanos europeos consultados, pero los Estados miembros no lograron alcanzar una posición común, lo que paralizó la reforma.

Dudas sobre el ahorro energético

El debate sobre si el cambio horario realmente permite ahorrar energía sigue abierto. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) admitió en marzo pasado que no dispone de estudios recientes sobre el impacto de esta práctica y que el último informe disponible data de 2015.

Según la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo, los ahorros potenciales son “marginales y difíciles de cuantificar”, ya que dependen de factores externos como el clima o el comportamiento de los consumidores. Además, los expertos advierten que el consumo de calefacción podría incluso aumentar en invierno.

El IDAE también señala que las mejoras en eficiencia energética y el auge del autoconsumo han reducido el posible efecto positivo del cambio de hora sobre el consumo eléctrico, mientras que los hábitos laborales, como el teletrabajo, han transformado los patrones de demanda energética.

Los expertos en sueño piden mantener el horario de invierno

La Sociedad Española de Sueño (SES) ha respaldado la propuesta del Gobierno y reclama que el horario de invierno (GT+1) se mantenga de manera permanente. Según la organización, este es el horario más acorde con los ritmos biológicos naturales, ya que favorece un descanso más reparador, mejora el rendimiento y reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares, obesidad, insomnio y depresión.

La SES advierte que mantener de forma permanente el horario de verano (GT+2) provocaría amaneceres tardíos —en algunas zonas después de las 9:30 horas—, lo que generaría desajustes en el sueño y una menor exposición a la luz natural durante las horas laborales.

Los especialistas recuerdan que el cambio de hora altera el reloj biológico interno, que tarda varios días en reajustarse, lo que puede provocar irritabilidad, falta de concentración o insomnio. Incluso se han detectado vínculos con un aumento de la obesidad y los accidentes cerebrovasculares.

Por ello, la SES insiste en que este cambio de octubre podría ser el último, y que mantener el horario de invierno de forma estable beneficiaría tanto la salud individual como el bienestar social.

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