Los ganaderos de la Sierra Norte alertan de que prosiguen los ataques del lobo

Los ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara vuelven a estar en alerta ante el repunte de ataques de lobo al ganado registrado en las últimas semanas y, según los datos facilitados por la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG), se han contabilizado nuevos episodios en distintos puntos de la comarca, con un balance "preocupante" de animales muertos y explotaciones afectadas.
Entre los ataques más recientes se han producido en Gascueña de Bornova, donde un ternero ha sido hallado muerto; en Miedes de Atienza, con la pérdida de cinco ovejas; en Bustares, otro ternero; y en Cañamares, una oveja y un cordero.
Los ganaderos de la zona muestran su inquietud y temen que se produzcan nuevos incidentes. Según ha señalado a Europa Press el presidente de APAG, Juan José Laso, estos meses suelen producirse muchos ataques porque "el lobo está presente y va a seguir atacando", considerando "insuficientes" las ayudas del Gobierno regional. "Hemos pedido más", ha afirmado, reconociendo que se han incrementado pero que deben intensificarse para poder convivir con el lobo.
Desde APAG denuncian que esta situación "se repite con frecuencia" y que las medidas de prevención y compensación son "insuficientes". Tienen claro que los ataques del lobo están generando un daño económico y emocional "enorme" en las explotaciones, muchas de ellas familiares, "que viven pendientes de si al día siguiente encontrarán más bajas en el rebaño", señalan desde la organización agraria.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara, Fernando Moreno, ha asegurado que el problema no es nuevo, pero sí cada vez más grave. "Estamos viviendo un aumento de ataques en diferentes puntos de la sierra. Los ganaderos ya no duermen tranquilos. Las pérdidas no solo son los animales que se llevan, sino el estrés y el miedo que dejan en el resto del ganado", afirma.
Moreno explica que el repunte coincide con el periodo del año en que las lobas enseñan a cazar a sus crías, lo que provoca una mayor actividad depredadora. "En estas semanas, el lobo se mueve más y busca presas fáciles. El ganado doméstico, sobre todo los terneros y corderos, se convierte en el objetivo más vulnerable", añade.
Los ganaderos reclaman a la administración una respuesta más efectiva. Aunque existen ayudas para compensar las pérdidas, consideran que "no cubren la realidad del daño" y que las indemnizaciones llegan tarde o no reflejan el valor real de los animales. "La mayoría de los ganaderos no quieren compensaciones, lo que quieren es que no haya ataques. Un ganadero que diga que le gusta que haya lobos, no es ganadero", subraya Moreno.
La Asociación de Ganaderos insiste en la necesidad de revisar los protocolos de gestión del lobo y de establecer mecanismos que garanticen la convivencia sin que ello suponga el abandono de la ganadería extensiva, una actividad "clave" para el mantenimiento del medio rural y la economía local, aunque agradecen las últimas compensaciones aprobadas también por la Diputación Provincial.