Sorpresa en la apertura del testamento de Michu: la gran beneficiada no es su hija
La apertura del testamento de Michu, expareja de José Fernando Ortega Mohedano, ha revelado un reparto inesperado de sus bienes que ha generado sorpresa en su entorno familiar y mediático. Lejos de lo que muchos imaginaban, la hija de la pareja no aparece como principal beneficiaria, sino que es la madre de la joven fallecida quien concentra la herencia, mientras que la menor queda amparada únicamente por la legítima que establece la ley.
El documento, abierto en las últimas horas, especifica que todos los bienes materiales de Michu —una vivienda, un coche y una motocicleta— pasan a manos de su madre, Inmaculada, que se convierte así en heredera universal. Esta decisión contrasta con la expectativa generalizada de que su hija, Rocío, fuera la gran destinataria de la herencia.
La situación de la hija
Aunque Michu no le dejó de manera directa esos bienes, la menor está protegida por la legislación española: como hija, le corresponde de forma obligatoria la parte conocida como legítima. Este derecho irrenunciable garantiza que Rocío reciba una porción del patrimonio, aunque la voluntad expresa de su madre fuera otra.
El caso añade complejidad a la situación ya delicada de la niña, cuya tutela definitiva aún está por resolverse en los tribunales. En vida, Michu manifestó su deseo de que el abuelo paterno de la pequeña, el torero José Ortega Cano, asumiera la custodia en caso de fallecimiento. Sin embargo, esa indicación no tiene carácter vinculante y será finalmente un juez quien decida entre las reclamaciones de la familia materna y la paterna.
La hermana, excluida
Otro punto que ha llamado la atención es la ausencia total de Tamara, hermana de Michu, en el testamento. Ella no recibe ningún bien ni aparece mencionada en el reparto. Según trascendió, Tamara se enteró del contenido a través de un programa de televisión, lo que añade un nuevo elemento de tensión a la ya complicada relación que mantiene con su madre, Inmaculada.
Un entorno dividido
La lectura del testamento llega en un momento de dolor y disputas familiares. El fallecimiento de Michu no solo dejó huella en el entorno mediático por su vinculación con la familia Ortega Cano, sino que además abrió un debate en torno a la estabilidad y el futuro de la niña. La pugna entre ambas ramas familiares —materna y paterna— marcará los próximos meses, tanto en lo judicial como en lo mediático.
La decisión de otorgar a la madre la herencia completa, relegando a la hija a lo que le corresponde por ley y excluyendo a la hermana, ha dejado abiertas muchas incógnitas sobre los motivos personales de Michu al redactar sus últimas voluntades. Lo que parece claro es que el futuro de su hija Rocío será objeto de especial atención en el ámbito familiar, legal y social.