La ausencia Campanario en un evento familiar clave de los Janeiro dispara rumores
Según recoge EsDiario, el regreso de Víctor Janeiro a los ruedos en la plaza de Ubrique se convirtió este fin de semana en una auténtica reunión familiar. Buena parte del clan se desplazó para arropar al torero en una de sus tardes más especiales. Allí estuvieron Jesulín, Humberto y Carmen Janeiro, su madre Carmen Bazán, y, por supuesto, Beatriz Trapote, esposa del diestro, que se mostró emocionada al ver a toda la familia unida: "He visto a mi suegra, he visto a mis cuñados... yo creo que estamos todos aquí, están todos", aseguró visiblemente orgullosa.
Pero en esa estampa de unión hubo una ausencia que no pasó inadvertida: la de María José Campanario. La mujer de Jesulín, que desde hace tiempo vive alejada del foco mediático, no acudió a la plaza, y esa silla vacía ha disparado todo tipo de especulaciones. Según ha podido saber ESdiario, tanto en redes sociales como en algunas redacciones de medios de comunicación ya se comenta abiertamente la posibilidad de que el matrimonio entre el torero y la odontóloga atraviese un momento delicado.
El propio Jesulín de Ubrique trató de apagar rumores con unas breves declaraciones, asegurando que con su esposa todo va "estupendamente, fenomenal", como queriendo restar importancia a su ausencia. Sin embargo, las interpretaciones han corrido como la pólvora. ¿Se trató simplemente de una decisión personal de Campanario para mantener su discreción, o hay algo más detrás de este desplante en un día tan significativo para la familia Janeiro?
La sombra de la duda no deja de crecer, especialmente porque la odontóloga ha reducido drásticamente sus apariciones públicas en los últimos tiempos, alimentando la teoría de que algo no marcha del todo bien en su entorno más íntimo.
Quien sí estuvo al pie del cañón fue Beatriz Trapote, que además de apoyar a su marido, no ocultó la difícil situación personal que atraviesa por la enfermedad de su padre. Con la voz entrecortada, confesó que está volcada en él tras su diagnóstico de cáncer de pulmón: "No es un momento fácil, es una palabra que nadie quiere escuchar, pero hay que tirar para adelante".
Así, mientras Víctor Janeiro saboreaba el calor de los suyos en los tendidos, la ausencia de Campanario volvió a poner sobre la mesa un viejo runrún que nunca termina de desaparecer: el de los vaivenes en la relación de uno de los matrimonios más mediáticos de la crónica rosa. Y aunque Jesulín insista en la normalidad, lo cierto es que cada gesto —o cada ausencia— de su mujer se convierte en material de especulación inmediata.
Jesulín de Ubrique y María José Campanario forman uno de los matrimonios más mediáticos y comentados del panorama español. Su historia comenzó a principios de los 2000, cuando el torero, ya convertido en ídolo de masas y protagonista de la crónica social, conoció a la odontóloga castellonense. La pareja contrajo matrimonio en julio de 2002 en una boda multitudinaria celebrada en Arcos de la Frontera, que acaparó portadas y titulares.
Desde entonces, han vivido una relación marcada por luces y sombras. Juntos han formado una familia con tres hijos, afrontando tanto momentos felices como etapas complicadas, en las que los rumores de crisis han sido recurrentes. Campanario, siempre celosa de su intimidad, ha intentado mantenerse al margen de la presión mediática que rodea al torero, aunque sin éxito absoluto.