Nuevo golpe para la familia real: muere el íntimo de Juan Carlos que lo sabía todo

Fue uno de los hombres de máxima confianza del emérito y figura clave en Zarzuela
En la imagen de archivo el rey Juan Carlos junto a la reina Sofía
En la imagen de archivo el rey Juan Carlos junto a la reina Sofía

La Casa Real española encadena días marcados por el luto. A la reciente muerte de la princesa Tatiana Radziwill se suma ahora el fallecimiento de Gaudencio Fernández, histórico chófer y uno de los hombres de mayor confianza del rey emérito Juan Carlos I, que murió con más de 101 años tras más de medio siglo de servicio en Zarzuela.

La noticia, conocida este domingo, ha causado una profunda impresión en el entorno de la Familia Real, donde Gaudencio Fernández era considerado mucho más que un empleado. Su figura estuvo ligada de forma inseparable a los primeros años del reinado de don Juan Carlos y a la vida cotidiana del Palacio de la Zarzuela durante décadas.

La pérdida llega apenas un día después del fallecimiento de la princesa Tatiana Radziwill, prima segunda de doña Sofía y uno de sus apoyos personales más constantes, en lo que supone un nuevo revés emocional para el entorno más cercano de la Corona.

Más de medio siglo al servicio de la Corona

Gaudencio Fernández nació en Villalán de Campos, una pequeña localidad de la provincia de Valladolid. Comenzó a trabajar para la Casa Real cuando Juan Carlos de Borbón tenía apenas 17 años, mucho antes de su proclamación como Rey de España. A lo largo de 53 años de servicio, Fernández fue testigo directo de la evolución personal e institucional del entonces Príncipe y, posteriormente, del monarca.

Inicialmente chófer personal de don Juan Carlos, su papel fue creciendo con el paso del tiempo hasta convertirse en responsable del mantenimiento de los vehículos oficiales del Palacio de la Zarzuela. Vivió durante años dentro del recinto junto a su esposa y sus hijas, lo que reforzó aún más su vínculo con la familia.

Su jubilación llegó en 1989, cuando contaba 65 años, pero el final de su vida laboral no supuso el final de su relación con el rey emérito. La amistad y la confianza mutua se mantuvieron intactas con el paso del tiempo.

Confidente, testigo y figura clave en la intimidad real

Gaudencio Fernández fue uno de los grandes depositarios de la confianza de Juan Carlos I, hasta el punto de convertirse en una presencia constante en actos oficiales, viajes y desplazamientos privados. Durante décadas, fue quien lo llevaba a cada compromiso institucional y quien presenció, desde la discreción, muchos de los episodios más relevantes de la historia reciente de la monarquía española.

Su relación con la reina Sofía fue igualmente estrecha. La confianza que el entonces monarca depositaba en él quedó patente cuando fue el encargado de trasladar a la Reina al hospital en los nacimientos de sus tres hijos. Vio crecer a las infantas Elena y Cristina y al actual jefe del Estado, el rey Felipe VI, con quien compartió años de convivencia en el Palacio.

En una de las escasas entrevistas que concedió a lo largo de su vida, Gaudencio resumió su vínculo con la familia con una frase que refleja el grado de cercanía alcanzado: «Casi los he criado yo», dijo en referencia a los hijos de los Reyes.

Un hombre discreto que lo sabía todo

Quienes lo conocieron coinciden en destacar su absoluta lealtad, discreción y sentido del deber. Era una de las personas que más conocía al rey emérito, no solo por haber sido su chófer durante la mitad de su vida, sino por haber compartido con él innumerables horas de conversación, silencios y confidencias.

Su figura encarnaba una forma de entender el servicio a la Casa Real marcada por la fidelidad y la reserva, valores especialmente apreciados en el entorno institucional de Zarzuela. Nunca buscó protagonismo público y siempre mantuvo un perfil bajo, incluso tras su jubilación.

Un nuevo luto en Zarzuela

El fallecimiento de Gaudencio Fernández se suma a una etapa especialmente delicada para la Familia Real, marcada por pérdidas personales y por un contexto institucional complejo. En pocos días, Zarzuela ha despedido a dos figuras estrechamente vinculadas al entorno más íntimo de los Reyes.

Con su muerte desaparece uno de los últimos testigos directos de los inicios del reinado de Juan Carlos I, un hombre que acompañó al monarca en buena parte de su trayectoria y que formó parte, desde la sombra, de la historia contemporánea de España.

 

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