Así es el desolador y duro momento que está viviendo Sofía: más sola que nunca
Según recoge la revista Lecturas, los últimos tiempos están siendo algo intensos y duros para la reina Sofía (87 años). La madre del actual rey de España ha tenido que hacer frente a las múltiples polémicas que ha protagonizado su marido, el rey Juan Carlos I (87 años), que no sólo ha dejado claro haberle sido infiel en numerosas ocasiones sino que ha seguido dando que hablar con el lanzamiento de sus memorias. A esto debemos sumar la delicada salud de su hermana, Irene de Grecia, su gran y constante pilar, y el nuevo varapalo que acaba de sacudir su vida.
Ayer mismo conocíamos la noticia de que Tatiana Radziwill, prima segunda de la Reina Sofía y una de sus grandes confidentes, fallecía a los 86 años de edad, haciendo de esta Navidad una de las peores en la vida de la emérita.
La muerte de su prima
Aunque fue una gran desconocida para el gran público, Tatiana Radziwill era uno de los pilares fundamentales en la vida de la reina Sofía. Llamada en confianza como ‘Tatan’, tal y como explican en ‘ABC’, esto ha sido una de las mayores tragedias para la emérita, que ha tenido que decir adiós a una de las personas más importantes de su vida en plena Navidad.
El citado medio asegura que Radziwill sufrió un ictus no hace mucho, lo que la obligó a desplazarse en silla de ruedas desde en entonces. Sin embargo, no se han dado a conocer los motivos del fallecimiento de la hija de la Princesa Eugenia de Grecia y del Príncipe polaco-lituano Dominico Raniero Radziwill, una muerte que deja a la reina Sofía desolada en uno de sus peores momentos vitales.
La salud de su hermana, Irene de Grecia
No hace mucho que la reina cumplía 87 años, y parece que Sofía goza de buena salud, acudiendo cada vez más a menudo a diferentes actos oficiales y formando parte de la agenda de la Casa Real de manera muy activa. Sin embargo, a la muerte de su prima se une otra gran preocupación de la monarca, la salud de su hermana, la princesa Irene de Grecia.
Esta es otro de los apoyos más importante de doña Sofía, siendo su fiel compañera de vida. Ambas viven juntas en el Palacio de la Zarzuela desde hace ya tres décadas y se las ha podido ver acudir a numerosos eventos culturales en el pasado, viajando también mucho a su país de origen, así como pasando el verano en Mallorca.
Pero hay algo innegable y es que la tía Pecu, como la llaman sus seres queridos, tiene serios problemas de movilidad y un deterioro cognitivo que hace que poco a poco su salud vaya empeorando, algo que también inquieta bastante a su hermana mayor.
Sus hijas la dejan sola esta Navidad
A esto debemos sumar lo mal que se ha portado con ella su marido, el rey Juan Carlos I, que hace poco lanzaba su controvertido libro de memorias, titulado 'Reconciliación'. En este también menciona a su esposa, con la que casó en 1962. "No ha habido nadie igual en mi vida y así permanecerá, aunque nuestros caminos se hayan separado desde que dejé España”, explica en las páginas de este libro, lamentando que no haya ido a verle a Abu Dabi, donde reside desde 2020, cuando se le retiró su asignación pública y estaba siendo investigado por su patrimonio.
Aunque Sofía no haya ido a visitarle, sus hijas, las infantas Cristina y Elena, han viajado varias veces a este país para ver a su padre, algo que también harán esta Navidad. Su intención, tal y como explican en ‘Vanitatis’, es pasar el cumpleaños del rey junto a él, que cumple años el próximo 5 de enero. De esta manera, ambas dejarán a su madre en España en una fecha muy señalada y en uno de los momentos más sensibles para ella y la familia.
Letizia y Felipe y su cena de Nochebuena
Y no podemos olvidar que seguramente tampoco pase la cena de Nochebuena junto a su hijo, ya que ‘Mujer Hoy’ recuerda que en la Zarzuela se llevan a cabo dos cenas distintas esa misma noche. Tenemos la que suele celebrar la reina Sofía en las dependencias principales y otra la que harían los reyes Felipe y Letizia con sus hijas, en El Pabellón del Príncipe.
Doña Sofía suele cenar temprano acompañada de su hermana Irene, antes de asistir a la tradicional Misa del Gallo, a la que sí que suele acompañarla su hijo. Sin duda, todos estos datos hacen de esta una Navidad algo amarga para la emérita, que entrará en el nuevo año en uno de sus momentos vitales más duros.
