Isabel Pantoja e Irene Rosales "hacen la cruz" a Kiko Rivera tras su entrevista

Según recoge Lecturas, "ese episodio sí que existió”. Tras años negándolo, el viernes por la noche en ‘De viernes’, Kiko Rivera acabó reconociéndolo. Sí que empleó la manguera de Cantora para ‘limpiar’ a su hermana Isa Pantoja, cuando esta era menor y después de que la familia descubriera que tenía novio. Un momento que él tacha de “error” y por el que califica a su madre con el peor de los adjetivos. 

“Esa noche, en esa tremenda bronca que mi madre tuvo con mi hermana, mi madre le dijo a mi hermana que iba a devolverla a Perú. Hay gente que es una grandísima hija de puta y mi madre con ese comentario lo fue”. El Kiko Rivera más duro regresó a plató y arremetió contra todos, pero su progenitora fue la que, sin duda, se llevó la peor parte. 

Isabel Pantoja hace años que no tiene contacto con su hijo. Los problemas motivados por la herencia de Paquirri desencadenaron una guerra sin cuartel, que llegó a su momento álgido cuando Kiko echó a su madre del hospital en el que se encontraba ingresado. Tras aquella visita que tuvo lugar en 2023 y que acabó como el rosario de la aurora, la relación materno filial ha sido nula. Pero ahora que él ha concedido esta entrevista, la artista ha dado un paso más. 

La reacción de Pantoja a la entrevista de Kiko

“Isabel Pantoja se ha manifestado”, decía el periodista Kike Calleja en ‘Fiesta’. “He preguntado y tengo la última hora. Yo ya sabía que ella no tenía intención de ver la entrevista y me confirman que así es, que no encendió ni el televisor. A su hermano Agustín le ha prohibido que le hable absolutamente nada del tema, no quiere saber nada de lo que ha dicho su hijo, ha prohibido hasta que le nombren a Kiko. Isabel ha expresado que ojalá que ninguno de sus tres hijos le haga lo que él le ha hecho a ella".

No pueden negar que comparten la misma sangre. Madre e hijo están actuando de idéntica manera en este conflicto. Ninguno de los dos hace autocrítica, y señalan al otro como responsable de todos sus males. Kiko admite una parte de su culpa, “iba muy pasado y no tenía que haber hecho algo así” (aunque se escuda en su pasado como consumidor habitual de drogas), pero pone el foco en su progenitora como gran instigadora. Por su parte, Pantoja parece tener la conciencia tranquila y, una vez más, se sitúa como víctima y nunca como verdugo, que deja patente con ese “espero que sus hijos no le hagan a él nada así”. 

Una relación completamente rota

Los últimos años han sido desastrosos a nivel familiar para los Pantoja. Hasta 2020, Isabel Pantoja y Kiko Rivera parecían tener una unión absolutamente sólida y a prueba de conflictos. El hijo siempre se ponía del lado de la madre y viceversa. Si había que hacer frente común contra alguien, al final siempre era Isa la que salía perdiendo. Pero todo cambió cuando el DJ se sentó en Telecinco en ‘La herencia envenenada’ para acusar a su madre de que esta le había engañado con la herencia de su padre, Paquirri. 

Esto marcó una brecha insalvable entre ambos. Pantoja se sintió humillada y traicionada por la persona que más quería. Y Kiko se vio solo en el mundo. Ante la ruptura con el lazo materno, él se acercó a la parte Rivera de su familia, a sus hermanos y a sus tíos. Pero con la muerte de su abuela, en 2021, todos vivimos un acercamiento que no fue más que un espejismo. Aquella visita a Cantora para fundirse en un abrazo con su madre solo quedó en buenos deseos, pero, a la hora de la verdad, jamás llegó a efectuarse un perdón verdadero. 

Los diferentes achaques de Kiko con su salud tampoco propiciaron la reconciliación. En 2022 él sufrió un ictus y ella no le visitó. En 2023 fue una angina de pecho y él asegura que acabó echándola de la habitación. “El primer día vino mi madre y al segundo día vino Isabel Pantoja. El primer día la sentía como madre, no mucho, pero algo. Pero el segundo día, ya vino como Isabel Pantoja, intentando poner todo aquello como ella quería, incluso tuvimos nuestros más y nuestros menos. Y por eso ya se fue. No hubo despedida. Lo último que le dije fue: “sal ahora mismo de esta habitación”. Y nunca más he vuelto a saber de ella”, contó Kiko en su entrevista en ‘De viernes’.

Llegados a este punto, la relación entre ambos parece insalvable. Pero el DJ no pierde del todo la esperanza. “No te puedo decir que es irrecuperable, pero que tengamos que esperar a que pase alguna desgracia para que, por lo menos, se intente lo que parece una gilipollez. Es verdad que yo no tengo ganas, no tengo fuerzas, no tengo... No me sale. Me han pasado muchísimas cosas. Entre ellas, la ruptura”. Y si él no tiene ganas, a raíz de esta entrevista, menos parece tener su madre. 

La nueva vida de Irene Rosales

Por otra parte, y según recoge también Lecturas en otra noticia, hace ya semanas que Irene era fotografiada junto a Guillermo, antiguo conocido con el que parece haber encontrado una estabilidad que cada vez va en aumento. Al comienzo ambos se mostraban reacios a hablar del tema, queriendo mantener lo suyo de manera discreta e intentando pasar desapercibidos, intentando ser comedidos a la hora de hablar y de aparecer juntos en público.

Poco a poco, Irene parece haber ganado confianza en la relación y ha decidido no ocultarla más, compartiendo imágenes con Guillermo en las historias temporales de su cuenta oficial de Instagram. Pero lo más llamativo es que ahora no sólo nos ha dejado ver una imagen de la pareja sino que ha querido dedicar unas palabras de amor a su nueva ilusión en el día más especial de este.

El cumpleaños del joven acaba de ser este fin de semana, e Irene ha compartido varias instantáneas junto a él, acompañando una de ellas con la canción de Antonio Orozco, ‘Te estaba esperando’, una romántica canción en la que deja claro lo mucho que necesitaba un amor como este.

Además, Guillermo ha compartido una fotografía con toda la gente que ha estado en su celebración de cumpleaños, destacando a Irene, a la que define como “Mi vida”.

Y a todo esto debemos sumar la felicitación que ha tenido Irene en su perfil, donde ha escrito lo siguiente: “Feliz cumpleaños amor. Qué bonito es tenerte”. Sin duda, se trata de unas palabras que dejan claro que esta relación va en serio y que ambos están viviendo con mucha ilusión su romance, que parece ir cada día mejor.