Más de 700 apoyos en 25 países al legado del Quijote y Sancho como Patrimonio Inmaterial
Más de 700 personas de 25 países respaldan la candidatura promovida por la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan para que la UNESCO reconozca el legado de los personajes cervantinos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El proyecto se presentó en Madrid y busca que Castilla-La Mancha sea el punto de partida de un reconocimiento mundial.
El sueño cervantino de elevar a don Quijote y Sancho Panza a la categoría de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO dio un paso firme este 7 de noviembre con la presentación oficial del proyecto en la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid. El acto, celebrado ante medios y representantes culturales, estuvo dirigido por Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan, entidad impulsora de la iniciativa.
Un legado que trasciende fronteras
Desde la publicación de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha en 1605 y 1615, la obra de Miguel de Cervantes ha trascendido lenguas, culturas y siglos. Traducida a más de 140 idiomas, ha inspirado a escritores, filósofos, artistas y educadores de todo el mundo.
“Don Quijote y Sancho Panza representan las dos actitudes básicas del ser humano”, explicó Román Alhambra durante el acto. “El idealismo frente al realismo; el sueño frente a la tierra firme”. En palabras de Benito Pérez Galdós, recordó, el Quijote “es el libro que expresa con más perfección las grandezas y debilidades del ser humano”.
Apoyo internacional y creciente adhesión
El proyecto ya ha reunido más de 700 apoyos procedentes de 25 países, entre ellos Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Francia, Italia, Israel, México, Noruega y Venezuela.
Entre los firmantes figuran más de cuarenta cervantistas de prestigio internacional, como Abraham Madroñal, José Manuel Lucía Megías, Alfredo Alvar, James Iffland y Hans Christian Hagedorn, además de escritores, científicos, periodistas e instituciones culturales.
La plataforma de adhesiones (https://cervantesalcazar.com/adhesiones/) sigue abierta para recoger el respaldo de asociaciones, universidades, empresas, ayuntamientos y particulares. El proyecto ha recibido además el apoyo expreso de la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid y de su presidente, José Fernando Sánchez Ruiz, principal impulsor del acto.
Un mapa global de esculturas y símbolos
Como parte del dossier que acompañará la candidatura, la Sociedad Cervantina ha elaborado un catálogo con más de 250 esculturas de don Quijote y Sancho Panza localizadas en todo el mundo. Las hay en Japón, Estados Unidos, Francia, Rusia, Italia, Grecia, México, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador, República Dominicana y los Países Bajos, entre otros países, lo que demuestra la universalidad del mito cervantino.
Camino hacia la UNESCO
El recorrido institucional comienza en Castilla-La Mancha, donde la entidad solicitará la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del legado de don Quijote y Sancho Panza, según lo previsto en la Ley 4/2013 de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha. Este reconocimiento regional será el primer paso hacia la candidatura ante la UNESCO, que desde 2003 protege el patrimonio cultural inmaterial —como las tradiciones y expresiones orales— a través de una Convención internacional.
La propuesta se enmarca en la categoría de “tradiciones y expresiones orales”, por su capacidad para transmitir valores, conocimientos y memoria colectiva. Como escribió Dostoievski, “en el Quijote está la última y más sublime palabra del pensamiento humano”.
Un símbolo vivo del espíritu humano
Más allá de los siglos, el Quijote sigue siendo una obra viva. Sus protagonistas han dado nombre a calles, esculturas, instituciones y expresiones lingüísticas: la Real Academia Española reconoce en su diccionario los términos “quijote”, “quijotesco” y “sanchopancesco”.
La Sociedad Cervantina subraya que no es necesario haber leído la obra completa para reconocer a los personajes y entender su valor cultural y simbólico: el idealismo sin límites del caballero y el sentido práctico del escudero forman parte del ADN cultural de la humanidad.
El proyecto, definido por sus impulsores como un “sueño quijotesco” hecho colectivo, continuará su recorrido con nuevas presentaciones en instituciones madrileñas y castellano-manchegas en los próximos meses.