43 años como cartera rural en un pueblo de Cuenca: la historia de Lucinia Moreno en Correos

Medio siglo después, ya jubilada, defiende la pervivencia del trabajo de la mujer en el ámbito rural y recuerda con orgullo cómo fue una de las pioneras en su oficio
Lucinia Moreno fue, en 1969, una de las primeras mujeres que trabajó como cartera rural - EFE/Álvaro del Olmo
Lucinia Moreno fue, en 1969, una de las primeras mujeres que trabajó como cartera rural - EFE/Álvaro del Olmo

El 1 de diciembre de 1969 Lucinia Moreno se convirtió en una de las primeras carteras rurales al comenzar a repartir cartas en Albalate de las Nogueras, una localidad de la Alcarria conquense que entonces tenía más de 400 habitantes.

Medio siglo después, ya jubilada, defiende la pervivencia del trabajo de la mujer en el ámbito rural y recuerda con orgullo cómo fue una de las pioneras en su oficio.

De este modo, se convirtió en una de las primeras carteras rurales en España de Correos, compañía en la que este 2024 las mujeres ya representan más del 53 por ciento de la plantilla en el operador postal.

Moreno, la mayor de nueve hermanos, ha recordado en una entrevista con EFE con motivo de la celebración del Día de la Mujer Rural, que empezó a trabajar en Correos cuando tenía 23 años después de trasladarse desde Barcelona, donde estudiaba Químicas y tras conocer que el cartero de entonces en Albalate se trasladaba a Alemania.

Al principio le dijeron: “Lo siento. La mujer no está incorporada a la cartería rural”, pero semanas después le comunicaron que podía solicitar la plaza y lo hizo de manera inmediata.

“Por un día me adelanté a los hombres que querían ser carteros”, relata Moreno, quien reconoce que a algunos “les sentó bastante mal”.

Jornadas desde las 6.30 hasta las 18.00 horas

Al poco tiempo se incorporó a Correos y repartía unas 25 cartas cada día en jornadas a pie por las calles empedradas de su pueblo (popular por sus cuevas-bodega) desde las 6.30 horas, cuando llevaba “la saca” al autobús que iba destino a la ciudad Cuenca, a varios kilómetros de distancia.

Y terminaba por la tarde, para recoger las que venían desde la capital, sobre las 18 horas.

A sus 76 años, reconoce que ahora a los buzones sobre todo llegan facturas y los carteros “no son tan agradables”, al tiempo que recuerda con añoro el envío de postales o cartas entre enamorados.

“Algunas chicas me pedían incluso que no se las dejara en casa”, que “ya venían ellas” a la oficina, para evitar malentendidos.
Otros le reclamaban ayuda para escribir, para mandar paquetes o leer las misivas, dado el nivel de analfabetismo de entonces:

“Me sentía muy útil”, sentencia.

Cartera rural en su pueblo natal

“Ser pionera es bonito”, defiende Moreno, quien insiste en precisar que solo ha sido cartera en su pueblo, Albalate, en el que nació, en el que trabajó y en el que vive en la actualidad, ya jubilada desde el 28 de septiembre de 2012.

“Antes había dos buzones en el pueblo, ahora uno en la plaza Mayor. Antes se repartía todos los días, ahora solo tres. Antes había un cartero para el pueblo. Ahora la cartera que hay reparte en varios pueblos en esta comarca”, relata con nostalgia.

Que las mujeres puedan vivir y trabajar en los pueblos

La Alcarria es una de las comarcas más despobladas de España, desde donde Moreno defiende que las mujeres puedan seguir viviendo y trabajando en el pueblo.

En este sentido, resalta que en el suyo, en el que fue alcaldesa, quedan algo menos de 300 vecinos, pero muchas mujeres pueden tener un oficio gracias a la puesta en marcha de la vivienda tutelada de la localidad, mientras se mantiene abierto el colegio, la farmacia, la biblioteca o una fundación musical, resalta con alegría mientras sostiene una vieja cartera de piel que utilizó, que guarda con mimo y enseña para esta entrevista.

En la actualidad, en Correos, la mujer representa ya el 53,49 por ciento la plantilla, tras alcanzar la paridad en 2016, según los datos aportados por el servicio postal.

La compañía destaca a EFE que, además, fue pionera en la incorporación de la mujer a la plantilla (desde finales del siglo XIX y, formalmente, desde principios del XX, en 1909) y, a partir de la incorporación de las mujeres a los puestos de carteras.

Lucinia Moreno, que empezó a repartir cartas en Albalate de las Nogueras (Cuenca) en 1969 y jubilada en la actualidad, recorre una de las calles del municipio. EFE/ Álvaro del Olmo

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