La seguridad y privacidad online durante la cuarentena
El coronavirus nos ha empujado a recluirnos en nuestros hogares. Si antes de la pandemia ya hacíamos un gran uso de
internet, el confinamiento ha disparado el consumo de esta herramienta que se ha vuelto indispensable en nuestros
días.
La necesidad de disfrutar de una red segura
Aunque lo parezca, internet no es una herramienta 100% segura. A diario, en cada una de las acciones que realizamos
en la red vamos dejando un rastro de información que más tarde puede ser robada, analizada o reutilizada en beneficio
de otras personas… Nuestras conexiones a internet están expuestas a numerosos peligros, especialmente cuando nos
conectamos a través de redes públicas y abiertas, que son focos de ciberdelincuentes. En la mayoría de las ocasiones
no sucede nada, pero puede darse el caso de que acabemos siendo las víctimas de un ciberataque. En el mejor de los
casos la situación no pasará de un bombardeo de correo no deseado o de una simple broma, no obstante, la cosa puede
ponerse mucho más seria y podríamos llegar a perder los ahorros de toda una vida. Urge, por lo tanto, buscar una
alternativa que convierta nuestras sesiones de internet en momentos completamente seguros, así evitaremos sorpresas
desagradables; la solución puede ser una VPN.
Qué es una VPN
Una VPN es una red virtual privada (virtual private network) a través de la que acceder a internet de una forma más
segura.
Cuando accedemos a internet lo hacemos mediante una red abierta que envía nuestros datos a un servidor, que a su vez
los envía a la página de destino y luego realiza el camino inverso. En este proceso revelamos nuestra dirección IP y
algunos datos más, como el tipo de búsquedas que hacemos, nuestras compras online, nuestros horarios de conexión y
muchos otros.
Una red virtual privada realiza el mismo recorrido, pero interpone un servidor propio por el que se transfiere la
información codificada para que terceras personas no puedan descifrarla. Además, se alteran datos como nuestra
dirección IP, por lo que resultará imposible para otra persona saber desde dónde nos estamos conectando.
Las VPN ofrecen una serie de ventajas que pueden ser muy beneficiosas que conviene tener en cuenta.
- Mayor seguridad ante posibles ataques.
- Navegación anónima por la red. Esta característica aporta mucha más libertad y tranquilidad a los internautas, que evitarán así ser observados por otros.
- Permite saltar los bloqueos propios de la geolocalización. Al conectar nuestro dispositivo a través de una VPN, la dirección IP del mismo estará ubicada en el país del servidor VPN o, en su defecto, en una de las que este servidor permita establecer. De esta forma, un internauta puede acceder a programas y páginas que están prohibidas en el país desde el que realmente se conecta porque según la VPN, el dispositivo se encuentra en un país en el que conectar con esas páginas no supone ningún problema.
- Mejora la disponibilidad de los catálogos de diversas plataformas y/o páginas web. Al saltar las barreras de las direcciones IP, un internauta puede disfrutar de un catálogo de productos mucho más amplio. Pongamos el ejemplo de Netflix. Cada país tiene una oferta diferente de series y películas. En esta plataforma de vídeo, por ejemplo, el catálogo es mucho más extenso en Estados Unidos que en España. Utilizar una VPN en la que figure la ubicación del país norteamericano en vez de la española hará posible que podamos ver esas películas y series que no se encuentran en el catálogo de Netflix España.
VPN gratuitas y VPN de pago
Para elegir la VPN que mejor se adapte a lo que buscas, existen plataformas como es.vpnpro.com que analizan con
todo detalle las redes virtuales privadas y establecen comparaciones para que puedas encontrar la mejor de todas. En
su listado aparecen varias VPN gratis y de pago.
Es necesario señalar que entre las VPN gratuitas y las de pago existen diferencias. Como cabría imaginar, las de pago
tienen mejores características, ya que las redes a coste cero suelen trabajar con peores servidores –por algún lado debe
aparecer el ahorro- lo que implica limitaciones en el ancho de banda y en la velocidad de navegación. Además, los niveles de anonimato y de seguridad son inferiores a los que puede ofrecer una VPN de pago, puesto que ese dinero que pagan los clientes se invierte en mejores servidores y sistemas de seguridad más depurados. Aun así, las diferencias de seguridad existentes entre una VPN gratuita y una red abierta son abismales. Las redes abiertas son un todo un caramelo para los piratas informáticos que pueden hacer y deshacer a su antojo sin ningún tipo de dificultad.
Esto tampoco quiere decir que por el hecho de usar redes abiertas vayamos a sufrir algún tipo de ataque, solo que las
posibilidades de que nos suceda algo del estilo son mucho mayores que cuando accedemos a internet a través de una
red virtual privada.
Debes tener en cuenta que algunas VPN de pago tienen un sistema de prueba de 30 días, o similar, para que puedas
comprobar si esa VPN cumple a la perfección con tus exigencias o no.