La reunificación de deudas puede ser la solución que más efectiva para mejorar nuestros problemas financieros, ya que permite afrontar de mejor manera las deudas que tengamos. Se trata de una solución financiera a la que cada vez recurren más personas, que tiene el fin de ir ahorrando poco a poco cada mes.
¿Qué es la reunificación de deudas?
La reunificación de deudas se realiza agrupando todos nuestros préstamos en uno solo, de forma que solo pagaremos una cuota al mes. Muchas personas pensarán que al final se termina pagando lo mismo, pero en realidad la suma que se paga por el préstamo es mucho menor que la que se puede pagar por todas las deudas juntas, así que el importe es bastante menor que el que teníamos antes.
Formas de reunificar las deudas
La reunificación de deudas se suele realizar basándose en un préstamo hipotecario, ya sea nuevo o anterior. De esta forma, no pagaremos por todos los otros préstamos que tengamos, como el préstamo del coche o un préstamo personal, sino que pagaremos solo una cuota al mes, que agrupará todas las demás.
Con esta reunificación de los préstamos, se alargará el plazo de amortización en casi todos los casos. Por lo tanto, se pagará una cuota más reducida, aunque durante más tiempo.
En el caso de la reunificación de deudas con hipoteca, hay varias opciones según las necesidades de cada persona. Por ejemplo, es posible ampliar el plazo del préstamo hipotecario o también se puede cancelar la hipoteca anterior y contratar una nueva que se adapte mejor a las condiciones que buscamos conseguir.
Este tipo de reunificación con hipoteca tiene un interés bastante bajo y el plazo de amortización se encuentra entre 30 y 35 años.
Por otro lado, también podemos optar a la reunificación de deudas sin hipoteca, que se basa en la contratación de un préstamo, en este caso sin garantías. Esta es la opción más adecuada cuando no se posee una casa en propiedad y no tenemos hipoteca.
La reducción de la cuota mensual de la que podemos beneficiarnos en el caso de la reunificación sin hipoteca es menor que en el caso anterior y también es menor el plazo de amortización.
Por ello, siempre que sea posible, se recomienda la reunificación de deudas basada en un préstamo hipotecario, si somos dueños de una vivienda, ya que la reducción de la cuota mensual puede llegar a ser muy considerable y puede ayudarnos a llegar mejor a final de mes.
Los préstamos con garantía hipotecaria se pueden conseguir muy fácilmente si somos dueños de una propiedad y podemos conseguir hasta un 40% del valor que tenga la propiedad.
Por lo tanto, como hemos visto, la reunificación de deudas puede considerarse como una solución a largo plazo muy efectiva, que permite obtener una rebaja considerable de la cantidad total de todas las deudas que tenemos. Aunque serán muchos los que todavía piensen que se trata simplemente de poner un parche en nuestras deudas, la realidad es que gracias a esta agrupación, podemos asegurar nuestro futuro y ganar en tranquilidad.
Proceso de reunificación de deudas
Si hemos considerado todas las opciones posibles y queremos realizar una reunificación de nuestras deudas en una única cuota mensual, el primer paso que debemos hacer es comparar las condiciones que ofrecen las distintas entidades bancarias y los prestamistas privados, para comprobar qué opción es más conveniente en nuestro caso.
La opción a la que más recurren la mayoría de las personas es a las entidades bancarias, ya que les aporta una mayor confianza. Sin embargo, también es la que tiene las condiciones más duras para la concesión de la reunificación.
En este caso, dependerá de las clases de deudas que tengamos, de nuestra situación laboral y financiera, etc. Además, obtener dinero si estamos en Asnef, es una tarea prácticamente imposible en el caso de los bancos. En los casos como este, en los que la concesión de un préstamo puede suponer un riesgo elevado, los bancos tienen como norma no concederlo.
Otras opciones para pedir la reunificación de deudas es recurrir a un intermediario o también optar por un prestamista privado, que suele tener una mayor flexibilidad. En el caso de los préstamos privados, es muy recomendable informarse bien de todas las condiciones.
Para comenzar con el proceso de reunificación de deudas, lo siguiente que debemos hacer es cancelar los préstamos que tengamos. Después se agruparán en una nueva hipoteca que contratemos o en un único préstamo.
También hay que hacer un análisis detallado antes de la reunificación de distintos aspectos, como el tipo de deudas, el plazo de amortización de nuestros préstamos y los tipos de intereses, para poder asegurarnos de que podemos beneficiarnos económicamente de la reunificación.