Cuando el Albacete Balompié fue "el Queso Mecánico"
En la temporada 1989-90, el Albacete Balompié lograba el ascenso a la Segunda División del fútbol español. Entonces, nadie lo sabía en la entidad presidida por Rafael Candel, pero comenzaba la etapa más gloriosa de la historia del club.
El ascenso a Primera División
Afortunadamente, mientras jugamos a una slot online o disfrutamos de música, todavía podemos ver vídeos de aquella etapa del Albacete. Así, observaremos que, solo un año más tarde, el equipo entrenado por Benito Floro conseguía subir a Primera División como campeón de la categoría de plata.
La campaña siguiente fue la mejor del Albacete en Primera y la que le granjeó el apodo de "el Queso Mecánico" por su buen juego. Era una alusión a la selección holandesa de los años setenta que maravilló al mundo y que se denominó "la Naranja Mecánica".
En la temporada 1991-92, el Albacete se mantuvo quince jornadas sin perder y fue capaz de tutear al Real Madrid y al Fútbol Club Barcelona. Terminaría clasificado en séptima posición, a solo un punto de plaza de Copa de la UEFA. El conjunto albaceteño permanecería otras cinco temporadas en la máxima categoría. No fueron tan buenas como la primera, pero el club se mantendría en Primera sin problemas. Incluso llegó a disputar las semifinales de la Copa del Rey en 1995 siendo eliminado por el Valencia.
La plantilla del "Queso Mecánico"
Entre los mejores jugadores de aquel equipo de la ciudad albaceteña se hallaba el portero costarricense Luis Gabelo Conejo, quien había participado en el Mundial de 1990. También estaban los defensas Coco, Oliete, Menéndez o Delfín Geli; los centrocampistas Julio Soler y Chesa y los delanteros Antonio o Corbalán.
El mítico capitán de aquel equipo era Catali, pero su gran figura la tenía en el uruguayo José Luis Zalazar. Fue internacional con su país en más de cuarenta ocasiones. Llegó al club procedente del Español de Barcelona y permaneció en él desde 1990 hasta 1996, convirtiéndose en su jugador franquicia. A lo largo de esas seis campañas, participó en 218 partidos entre Primera y Segunda División y marcó nada menos que 70 goles.
No obstante, el gran factótum de aquel magnífico equipo fue el entrenador Benito Floro. El conjunto albaceteño hacía lo que él proponía, dando gran importancia a las jugadas ensayadas y a lo psicológico. El resultado era un fútbol alegre y ofensivo.
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En conclusión, el club Albacete Balompié tuvo su época gloriosa a principios de los años noventa del pasado siglo. Y podemos ver los vídeos de aquella época mientras jugamos a las slots que nos ofrece Myjackpot.