Yolanda en el limbo

La derrota en el Congreso del proyecto estrella de Yolanda Díaz, su prometida reducción de jornada, tiene más peso político del que retrata la incertidumbre de la legislatura.

Demuestra, entre otras cosas, que a Junts, y en concreto a Puigdemont, no se le seduce tan fácilmente como se han creído. Que el apoyo de la patronal catalana es imprescindible para su proyecto y su financiación y que de nada sirven los cantos de sirena.

Yolanda, que tan adorable aparecía en las fotos con el dirigente independentista, no se percató de que la visita de Salvador Illa al fugado de la justicia sólo tenía un objetivo: tantear el apoyo a los presupuestos de Cataluña, contarle cómo iban las gestiones en el Constitucional para lograr la ansiada amnistía, y de paso, medir en qué proyectos se va a poder contar con Junts en el Congreso. De su reducción de jornada, nada.

Su estupor se reflejó en su durísima intervención en el pleno, acusándoles de ir contra los trabajadores, y otras frases contundentes que, sin embargo, no consiguieron alterar a Miriam Nogueras, la portavoz independentista.

Ni siquiera el encierro de los dos líderes sindicales, de UGT y CCOO, sirvió para evitar una derrota que estaba cantada de antemano y que deja a la vicepresidenta en una situación precaria dentro del Ejecutivo. Porque han sido los compañeros del Consejo de Ministros los que le han pedido que baje el tono con Junts, porque los necesitan para proyectos más imprescindible como son los presupuestos.

Cuentas públicas que, de momento, son una quimera y cuyo fracaso podría dejar también en muy mal lugar a la otra vicepresidenta Maria Jesús Montero, volcada en su campaña en Andalucía.

Precisamente Feijóo, que se hace acompañar por Juanma Morena, a ver si se le pega algo de su tirón electoral, ha insistido estos días en la inexcusable obligación de presentar los presupuestos. Como si Sánchez no lo supiera.

Con quien se le ve poco al líder popular es con Mazón. El valenciano ha tenido que remodelar su Ejecutivo, sacar al ex militar Gan Pampols, su fichaje estrella, para salir del cieno de la Dana y, no solo huye de los damnificados por le nefasta gestión del desastre, si no de su colega Francisco Camps, empeñado en volver a presidir la Generalitat valenciana.

Y, en medio de estas batallas, en las que cada cual defiende sus intereses y su ansia de poder, pretendía sacar Yolanda Diaz su proyecto estrella que, junto con la subida del salario mínimo, justificara su paso por la Moncloa...