Opinión

La soledad del ausente

Dicen los muy cercanos a Pedro Sánchez que se siente abandonado por los suyos, decepcionado, y con muchas dudas sobre su regreso a la pelea por el liderazgo del PSOE. No es para menos. Si algo demostró la reunión de los críticos, ayer en Madrid, fue el declive de los apoyos desde aquel terrible Comité Federal de octubre pasado.

Su advertencia, entonces, de que cogía el coche y volvía a recorrer todas las agrupaciones se desinfló pasados unos días. Al final solo ha acudido a Asturias y a Xirivella, en Valencia, donde le quedan partidarios. Las segundas oportunidades en política son escasas pese a presentarse como víctima de un golpe palaciego.

La reunión de los críticos visualizó la falta de apoyos en las jerarquías del partido, demostró que los presidentes autonómicos afines ya no tienen claro el perfil de su candidato, que la militancia puede estar descontenta con la abstención en el Congreso de los Diputados pero quiere, también, resultados electorales. Y eso Pedro Sánchez, ni pudo ni puede ahora garantizarlos.Las primarias, para el PSOE, tienen ese punto de encerrona donde los anhelos de la militancia no se compadecen con las exigencias de los potenciales votantes. Al final son los votos de la calle los que llevan a los partidos al poder y les permiten aplicar sus programas. De ahí que la gestora esté ganando tiempo para que las agrupaciones olviden que un día se levantaron sin el secretario general al que habían elegido.

Pedro Sánchez ni siquiera acudió a la reunión de sus partidarios. Todavía no tiene claro si prestará oídos a los cada vez más tenues cantos de sirena que le invitan a volver. Pero esto no significa que Susana Díaz tenga el camino expedito para llegar a Ferraz como jefa. El sector crítico reclama a Sánchez porque no la quiere a ella. Los Luena, Elorza, Sumelzo, Idoia Mendía, Francina Armengol y otros que ya no están con Sánchez, no quieren ni en pintura a la presidenta andaluza, a la que consideran responsable de la crisis interna.

De nada ha servido el apoyo explícito de Felipe González y de Zapatero. Puede que incluso haya provocado más resquemor en los que piensan que pretende llegar a Madrid por aclamación popular. De momento, ella sigue moviendo los hilos de la Gestora y tapada tras el eslogan de que lo suyo es Andalucía.

No obstante, es una evidencia que cada día que pasa los críticos van perdiendo fuelle y apoyos mientras parece, según las encuestas, que el PSOE se recupera en la intención de voto y ya no está en caída libre. También es cierto que las nuevas formaciones, Podemos y Ciudadanos, no escapan de las batallas internas por el poder, que es el único y verdadero motivo de las guerras en los partidos políticos.

Al PSOE le queda tiempo para recuperar un líder. Antes se sabrá si Iglesias y Errejón despedazan la formación morada y si Rivera se consolida. El único incólume, sin hacer nada, es Mariano Rajoy.

Comentarios