El PP echa el cierre
No, no ha echado el cierre por vacaciones. Ni tampoco a su larga aspiración de volver a gobernar. Lo que pretende cerrar son todos los centros de acogida de emigrantes en sus ayuntamientos, sean estos para menores o para adultos con protección internacional.
No se atreve a seguir la repugnante campaña de VOX que ha plantado en El Ejido dos vallas en las que aparecen dos jóvenes, una velada, de tono oscuro y otra blanca y sonriente y la pregunta "¿Qué Andalucía quieres?". No se atreve, pero cierra centros, por ejemplo, en Pozuelo, por temor a que se llenen de los cientos de niños que hay que traer de Canarias.
A la alcaldesa de la localidad madrileña, del PP, no le remuerde la conciencia sabiendo que los menores de Canarias, hacinados, en locales de una sociedad privada han sido objeto de toda clase de vejaciones y malos tratos. Incluidos golpes y palizas.
Seguramente pensará que sabían a lo que se arriesgaban cuando, jugándose la vida, se subieron a una patera. Incluso, que debían haberse quedado con sus familias en África pasando calamidades y no venir aquí a que los mantenga el Ayuntamiento.
La decisión de cerrar el centro se dictó el jueves, pese a que una sentencia del TSJM ya dictaminó en 2021 que la protección de los menores está por encima de decisiones administrativas. Porque la razón era que el local carecía de licencia residencial.
Así que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sólo tiene que acudir al juez para que obligue a cumplir la ley de 26/2015 que protege el interés superior del menor. Porque la decisión del PP de Pozuelo sólo quiere adelantarse para que, cuando el Gobierno, que se lo está tomando con excesiva calma, decida obedecer la orden del Tribunal Supremo que le obliga a hacerse cargo de los miles de menores de Canarias y decida llevarlos a Pozuelo, una de las localidades con el nivel de renta más alto de España, no haya centro. Y como todo lo malo se contagia, la alcaldesa de Alcalá de Henares, también del PP, pretende hacer lo mismo con el centro de menores de su localidad.
El recurso de la falta de licencias o de si es un hospital o un hotel, no es más que la última excusa a la que agarrarse para no acoger a los que llaman despectivamente "menas".
Mientras Moncloa se piensa a donde los lleva y el PP pone piedras en las ruedas, los niños, por el hecho de ser negros y pobres, siguen viviendo en condiciones infrahumanas en Canarias. Y a nadie se le cae la cara de vergüenza.