Opinión

Ese señor

Impertérritos frente a las pruebas, los más altos dirigentes del PP en las etapas de Aznar y Rajoy, desfilaron frente al juez que juzga la caja B de su partido negándolo todo. Incluso Dolores de Cospedal, ex ministra de Defensa y ex secretaria general, la que ordenó pagar la "indemnización en diferido" a Luis Bárcenas, ahora no quiere pronunciar su nombre.

"Ese señor", que fue como se refirió al ex tesorero, que con su meticulosa manía de escribir nombres, citas y dinero entregado, destapó un escándalo sin precedentes, tuvo, sin embargo, testigos a su favor. El exdiputado Del Burgo confirmó al juez que fue Aznar quien autorizó la entrega de una compensación económica para un compañero, tal y como reflejan los papeles de Bárcenas.

Uno tras otro, cada uno con su estilo, en el que primó la arrogancia como norma, fueron negando la existencia de una caja ilegal donde los empresarios pagaban al partido las mordidas por la concesión de contratos públicos. El "general secretario" como le llamaban a Cascos en la sede de Génova, porque sin su autorización no se movía un papel, no se enteró de la contabilidad paralela y fraudulenta que campaba por la sede y eso que figuraban pagos a su nombre, supuestamente por un importe de 421.693 euros. Una bagatela.

Todos ellos fueron ministros y , según consta en la contabilidad de Barcenas, el sueldo se les quedaba corto y había que complementarlo con sobres en dinero negro.... Y todo esto ocurrió, en parte, durante los mandatos de Rajoy, cuando se impuso al país la mayor ola de recortes en servicios sociales y prestaciones.

Ni Acebes, ni Javier Arenas, que llevaron las riendas del partido después de Cascos, vieron, oyeron, ni olieron el rastro del dinero negro. El político andaluz llegó a decir que cuando Bárcenas apuntó su nombre como receptor de dinero negro seguramente se refería a otro militante del PP, porque en su formación hay muchos "Javieres" y muchos "Arenas".

Si no fuera por la repugnancia que produce escuchar a prohombres de un partido de Gobierno dar tan pintorescas explicaciones sobre su gestión al frente del mismo y saber, como hemos conocido años más tarde, que se creó una estructura policial para robar a Bárcenas todas las pruebas inculpatorias de lo que ahora niegan, resultaría entretenido el sainete.

Pero supuestamente la trama corrupta, que pago también en negro las obras de la sede de la calle Génova, actuó durante décadas sin que nadie se enterara y eso es lo que pretenden que se trague el juez.

Del "Luis se fuerte" de Rajoy pasamos e "ese señor" o esa "persona de la que vd me habla", para, ahora, manifestar despreció porque no ha guardado el secreto reglamentario de todo buen militante. Y no se les cae la cara de vergüenza.

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