Opinión

El asidero de la OTAN

Pedro Sánchez confía en que la cumbre de la OTAN, que se celebra la semana próxima en Madrid, relance su imagen internacional y haga olvidar los sinsabores de los fallos patrios.

Creen en Moncloa que el encuentro con Biden, que esta vez no va a ser una persecución por un pasillo, y con el resto de líderes mundiales servirá de contrapeso, no ya al fracaso andaluz, si no al fiasco de la "excepción ibérica" en el precio de la luz, a la inflación galopante, a la merma del crecimiento, a la séptima ola del Covid que ya está instalada entre nosotros y, por último, al masivo asalto a la valla de Melilla.

Y es que las cosas pueden salir mal pero esta concatenación de fracasos son artillería pesada contra unas siglas, las del PSOE y las formaciones a su izquierda, a pocos meses de autonómicas y municipales.

Por si faltara algo, y como Podemos y sus plataformas se han pegado también un solemne batacazo en Andalucía, el Gobierno anda revuelto porque todos quieren apuntarse el tanto de decreto anticrisis. Yolanda Díaz se adelantó a vender una serie de medidas, entre ellas la subvención de 300 euros a los trabajadores con menos ingresos. El sector socialista, molesto, recordó, no sin razón, la deuda desbocada y el déficit público. Temas estos que pueden provocar el regreso de los "hombres de negro" de Bruselas.

Ayer sábado, a punto de entrar en la sala del Consejo de Ministros, seguían negociando... y así va a ser hasta el final de la legislatura.

Y, como no hay dos sin tres, la decisión de Sánchez de revocar su propia modificación sobre los nombramientos que puede realizar un Consejo General del Poder Judicial en funciones, rompe de nuevo a los socios. UP no ve necesaria tanta premura para renovar el máximo tribunal y se queja, una vez más, de que no han sido consultados. El PP de Feijóo ha puesto el grito en el cielo y rompe toda la "negociación" para renovar los órganos constitucionales.

Es verdad que el PSOE, como si tuviera mayoría absoluta, presenta los proyectos en el Congreso y luego informa. Pero, también es cierto que los populares, primero con Casado y luego con Feijóo, dicen que se va a llegar a un acuerdo y siempre encuentran excusas para posponerlo.

Por último, el asalto de la valla, con un escalofriante número de muertos y heridos, es la gota que colma el vaso a unas semanas "horribilis" en las que el Gobierno no ha sido capaz de explicar las razones del cambio radical de posición con el Sahara. Es cierto que Marruecos si ha colaborado esta vez, pero el problema sigue ahí.

Menos mal que queda la cumbre de la OTAN con sus pompas y sus fastos.

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