Opinión

Jinetes de la justicia

Sinopsis:

Cuando su esposa muere en un trágico accidente de tren, Markus, militar de profesión, regresa a casa con Mathilde, su hija adolescente. Otto, experto en matemáticas que ha sobrevivido al siniestro, y sus colegas, Lennart y Emmenthaler, están convencidos de que se trata de un atentado.

Un inocente deseo infantil, una bicicleta de color azul, manifestado en voz alta, provoca una secuencia de hechos, aparentemente desencadenados entre sí, que acaban por tener consecuencias completamente impredecibles.

Efecto mariposa lo llaman, «una metáfora o analogía empleada como uno de los pilares de la llamada teoría del caos (…), según la cual existen en el universo sistemas altamente sensibles a la presencia de variaciones, las cuales pueden generar resultados muy diversos (aunque limitados) de manera caótica e imprevisible».

Partiendo de esta premisa, el danés Thomas Jensen dirige una película donde la violencia, el deseo de venganza y la culpa, están aligerados con toques de humor que hacen de Jinetes de la justicia, mitad drama mitad comedia, una excelente película donde al espectador no le cuesta pasar de la sorpresa a la congoja y de ésta a la carcajada.

Con sus estadísticas y teorías, los pacíficos cerebritos convencen al agresivo Markus de que su mujer ha muerto a causa de un siniestro provocado por un grupo conocido como Jinetes de la justicia, desatando con ello una sed de venganza que se cobrará muchas vidas antes de quedar saciada.

Los matemáticos, que en un principio envidian al militar por su capacidad para empuñar el arma e impartir justicia sin pestañear, pronto comprueban, horrorizados, que el acto de matar no proporciona paz al espíritu, no borra el sentimiento de culpa ni te devuelve aquello que has perdido.

Jinetes de la justicia presenta un elenco de protagonistas (maravillosamente interpretados por los actores que se ponen bajo su piel) maltratados por la vida, que, reflejados en los otros, encuentran cierto alivio para su tristeza.

Jensen niega a sus personajes el recurso a la religión para sobrellevar el dolor. Cuestiona la validez de la terapia psicológica para superar los traumas. Y, mostrando la posibilidad de fallo de la tecnología, las estadísticas y los números, les priva, igualmente, de la explicación científica. Todos y cada uno de ellos, marcados por experiencias traumáticas, deben sobreponerse al dolor y la perdida por sí mismos, agarrándose a lo que tienen, no a lo que han perdido, buscando consuelo en los que están no en los que se han ido.

La inicial repulsión entre el duro e impenetrable Markus, entrenado para no dejar traslucir sus emociones y responder a los problemas con violencia, y los tres amigos frikis, acostumbrados a esconderse tras sus teorías y ordenadores, poco a poco va transformándose en una amistad que será un auténtico bálsamo curativo para todos ellos.

Gracias al Cine Club Municipal, Jinetes de la Justicia pudo verse en Toledo el 14 y el 15 de diciembre pasados (si se la perdieron, creo que está disponible en Movistar Plus y en Filmin).

Jinetes de la justicia, es dura, emotiva, crítica y, en ocasiones, desternillante.

Sin duda alguna, la mejor película que he visto en 2021.

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