Opinión

El reino

¿Qué es El reino?

El reino es un gobierno establecido por la lideresa del partido de turno,  toda una Diosa para afiliados y simpatizantes. Puesto que la sede principal está en Madrid, quienes desde la periferia logran alcanzar el centro han hecho suyo el lema de la ciudad, “De Madrid al cielo” (como en la capital, no se está en ningún sitio), pervirtiendo su significado.

Gobernantes

La lideresa ha elegido al Presidente del partido de esa Comunidad bañada por el mar para ser el Rey de uno de sus pequeños, pero poderosos, Reinos de Taifas, y le ha dado más autoridad de la que jamás podrá tener cualquier otro rey terrestre. Él, que ha demostrado ser un dirigente desconfiado y nada compasivo que exige a sus fieles lealtad absoluta, utiliza su poder solo para el bien… para el bien suyo y el del resto de miembros que integran la élite del partido regional. Bajo la dirección de su Diosa, ha seleccionado escrupulosamente a personas de distinta procedencia, pero mismo pelaje, para que asciendan al cielo y reinen con él sobre la tierra.

Duración

A diferencia de los gobiernos de los hombres buenos (escasean, sí, pero queremos creer que aún los hay), que vienen y van y suelen durar poco, el Reino de los corruptos, que se retroalimenta, “nunca será reducido a ruinas”. Sus miembros siempre mienten, se esconden, se protegen.

Súbditos 

Toda persona, sin importar dónde haya nacido o cuál sea su origen, mientras haga la voluntad de la lideresa puede ser súbdita de su Reino, con lo que eso supone para cualquier economía familiar.

Leyes

Las leyes del Reino, jamás escritas, no solo no prohíben la mala conducta sino que también premian la falta de moral de sus súbditos. El primer mandamiento de la Biblia del Corrupto establece: “Amarás a la Presidenta del partido, tu Diosa, con todo tu corazón y toda tu mente”. El segundo, semejante al anterior, indica: “Nunca debes amar a tu prójimo como a ti mismo”. El amor a su Diosa y a sí mismos empuja a los súbditos del Reino a tratar al resto de los mortales con arrogancia y desprecio.

Educación

Además de dictar a la élite del partido leyes, jamás escritas, que elevan sus valores inmorales (egoísmo, irresponsabilidad, indiferencia, deshonestidad, injusticia, intolerancia, traición), el reino los educa para que puedan cumplirlas.

Misión 

El reino es un medio para que sus gobernantes, y personas más allegadas, se enriquezcan a expensas de los súbditos; un medio para cumplir la voluntad de su Diosa. Esto incluye hacer realidad la promesa de conceder, a quienes la aman incondicionalmente, una vida plena de lujos en el paraíso terrestre.

Ante tanta prepotencia y desvergüenza, ¿qué le queda al resto de los ciudadanos que malvive y sufre para llegar a fin de mes?

Indignación, rabia, manifestarse contra tanto político corrupto que, en su soberbia y sin signo alguno de arrepentimiento, siguen haciendo una peineta cuando el publico los increpa. No descansar hasta que todos y cada uno de ellos terminen en una de las sucursales del Reino que, por sus acciones, verdaderamente les corresponde (Soto del Real, Estremera o Alhaurín de la Torre) y que cuando entren allí, como si del infierno de Dante se tratara, sean conminados a “abandonar toda esperanza” hasta que expíen sus pecados.

Stockholm puso de manifiesto la originalidad de Rodrigo Sorogoyen. Su genialidad quedó demostrada con Que Dios nos perdone. Con El reino, pese a tratar un tema del que estamos hastiados por la cotidianidad que ha alcanzado en nuestras vidas, consigue un thriller trepidante, entretenido y duro, sobre la corrupción política en España.

Suyo es el poder y la gloria.

Sorogoyen ha traído a nosotros “su” reino para sacudir “nuestras” conciencias.

Hágase su voluntad aquí en la tierra como en el cielo.

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