Opinión

Amar es para siempre, pero fumar no

Un conocido, médico por más señas, no hace mucho me habló del asombro que le producía el hecho de que en la serie “Amar en tiempos revueltos” y en ...

“La evidencia científica sobre los riesgos que conlleva el consumo de tabaco para la salud de la población es concluyente. Se estima, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el consumo de tabaco es responsable del 90 por ciento de la mortalidad por cáncer de pulmón, del 95 por ciento de las muertes por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, del 50 por ciento de la mortalidad cardiovascular y del 30 por ciento de las muertes que se producen por cualquier tipo de cáncer”, Ley 42/2010, por la que se modifica la Ley 28/2005  de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco.

¿A qué viene este título? Muy fácil.

Un conocido, médico por más señas, no hace mucho me habló del asombro que le producía el hecho de que en la serie “Amar en tiempos revueltos” y en “Amar es para siempre”, su continuación aunque en diferente cadena, se fumara tanto.

En 2005, fomentado desde los poderes públicos, se puso en marcha el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia (firmado por Atresmedia, CRTVE, FORTA, Mediaset España, Net TV y Veo Televisión), iniciativa orientada a mejorar la eficacia en la protección de los menores como espectadores televisivos.

Dentro del horario general de protección del menor, de 6,00 a 22,00 horas, se fijó como horario de protección reforzada de 8,00 a 9,00 y de 17,00 a 20,00, de lunes a viernes, y de 9,00 a 12,00 sábados y domingos. Se consideran contenidos no recomendables los de carácter violento, sexual y los relativos a ocultismo o drogas.

La Comisión Mixta de Seguimiento del Código, encargada de supervisar su aplicación, tras analizar las reclamaciones presentadas a través de la Web www.tvinfancia.es, concluye que entre los contenidos más denunciados destacan los conflictos emocionales o sociales incomprensibles para la infancia (como la venganza, el odio o la manipulación), violencia explícita, hábitos poco saludables y relaciones familiares dramáticas y tormentosas.

Antena 3 dedica casi la mitad de la franja de protección reforzada a telenovelas made in Spain dirigidas al público adulto que, generalmente, incluyen contenidos inapropiados para el menor. En “Amar es para siempre” (emitida de 16,30 a 17,30), además de problemas afectivos de todo tipo y consumo de alcohol, hay un exceso de personajes (Alicia Peña, Diego Tudela, Mauro) que aparecen fumando en muchas de sus escenas

Tratar de justificarlo aduciendo que se trata de una serie de época en la que fumar estaba socialmente bien visto y permitido en cualquier lugar, choca frontalmente contra el objetivo de la Ley 42/2010, conocida popularmente como Ley antitabaco, que no es otro que PROTEGER LA SALUD DE LA POBLACIÓN, limitando la venta, suministro y consumo de los productos del tabaco, a la vez que se regula su promoción, patrocinio y publicidad.

Que quieren que les diga, después de años siendo fumadora pasiva, desde que se prohibió fumar en los hospitales, lugares de trabajo, ascensores, aeropuertos y centros comerciales, me siento más viva; desde que el humo no ciega mis ojos (fantástica la versión de “Smoke Gets In Your Eyes” de Dinah Washington con Hal Mooney & His Orchestra) cada vez que abro la puerta de un restaurante, percibo mejor los sabores y me siento más feliz.

Ni siquiera María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isidora Abad Fernández, nuestra Saritísima, criptanense universal, cantando aquello de “fumar es un placer genial, sensual”, consiguió llevarme al lado oscuro y ahumado de la fuerza, convencida, como estoy, de que aunque hacerlo me proporcionara ciertos colores (gris sucio para la piel, amarillo para dientes y dedos) y texturas (arrugas, sequedad, acartonamiento), lejos de conservarme como si fuera un salmón aceleraría mi descomposición interna.

Por mucho que el cine, la literatura o la música, intenten convencerme de que el acto de prender un pitillo, además de ser un gesto cargado de erotismo, imprime madurez y perspicacia, no cuela. Siempre evitan hablar de las grimosas toses matutinas del fumador (nunca he sido fumadora pero mi vecino tiene a bien hacerme participe de ellas cada mañana), intento inútil de aclarar una garganta que, merced al impaciente y deseado primer cigarrillo del día, su dueño volverá a obstruir de manera inmediata.

El pasado 2 de febrero, durante la presentación del informeLas cifras de Cáncer en España-2016″, el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), doctor Miguel Martín, estimó que de aquí a 2020, habrá 246.713 nuevos casos de cáncer, con una mayor prevalencia, por sus hábitos de vida menos sanos, entre los varones (148.998 hombres) que entre las féminas (97.715 mujeres), aunque adelantó que en España, debido a que cada vez hay más fumadoras y más precoces, se prevé una epidemia de cáncer de pulmón entre las mujeres.

Luchar contra el consumo de tabaco es tarea de todos: las cadenas deben respetar el horario protegido no emitiendo imágenes de fumadores que inciten a esta práctica tan nociva; las familias deben supervisar los contenidos que los menores consumen frente al televisor, y las Administraciones Públicas deben promover los mecanismos necesarios (campañas sanitarias, charlas en escuelas, etc.) para la prevención y control del tabaquismo y otras adicciones.

La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, a través de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, ha editado varias Guías para la prevención de las drogodependencias, entre ellas una dedicada al tabaco, que pueden descargarse pinchando aquí.

Y no olviden que, como diría la televisiva Belén Esteban, omnipresente también en el horario de protección reforzada, FUMAR MAAATA.

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