Opinión

Escritos de la Media Luz

Un autor foráneo, de los considerados viajeros  visitantes e  hispanófilos ,nada menos que por allá de 1830 viene a España adquiriendo una visión de sus tierras ,hombres y costumbres verdaderamente encomiable que le permitirían  aventurar el siguiente comentario:

…en la práctica cada español piensa que su provincia  o su pueblo es lo mejor de España y él el ciudadano más digno de atención. Desde tiempos muy remotos hasta el presente a todos los observadores les ha sorprendido este localismo,  considerándolo como uno de los rasgos característicos de la raza ibera, que nunca quiso uniones, que jamás como dijo Estrabón,  puso juntas sus escuelas,  ni consintió en sacrificar su interés particular en aras del bien general; por el contrario, en momentos de necesidad siempre ha propendido a separarse en juntas diversas, cada una de las cuales solo piensa en sus propias miras, totalmente indiferente al daño ocasionado, que debería ser la causa de todos. El peligro y el interés general apenas logran reunirlos, pues la tendencia de todos es  más bien  huirse que atraerse unos a otros. Alejado el enemigo común, inmediatamente vienen a las manos, sobre todo si hay botín para repartir.”

Lo escribió Richard Ford en lo que vendría a ser titulado  como “ Las cosas de España”; un avezado observador, que pasaba por ahí.

Son textos que  germinaron del natural, hijos de su época y que vieron la luz  desde el  comentario respetuoso, erudito e inscritos en el ámbito de la opinión, del informe y, de seguro, fundamentadas  en una intención valorativa  génerica, que no contaba con elementos de convergencia particular alguna  con el problema que nos viene  ocupando de modo casi monotemático el espacio  de comentarios  mediáticos, en estos días: el problema catalán.

Pero debe ser que ya éramos así.

 Otros comentarios más ,estos más cercanos en el tiempo (1969) si tuvieron ,ciertamente,  su razón de ser por su tiempo propio, tras la experiencia lacerante  de haberse ya llegado  al más cruel de los enfrentamientos, es decir, del cumplimiento de la profecía cainita y de ahí su elemento de interés para que  me decida a traerlo a cuenta.

Su valor radica en la amplia  y acertada alusión que hacen de los  elementos en liza, que se manejan como referentes de las más diversas posibilidades, aquellas que tienen que ver con el juego personal/grupal raíz de los consecuentes comportamientos de índole  trascendente en el ámbito social   y por ende, en lo político.

Es algo que  se da en aquella,  todavía entonces, etapa política por institucionalizar y que adopta la forma de un Epílogo, de pocas páginas en la novela “San Camilo,1936

Textos sencillos  que se muestran, para mí portadores de una incisiva y honesta mirada a los múltiples y complicados mecanismos  que surgen al hilo del  constante e inestable fluir de los acontecimientos vitales, atravesados del  hecho convivencial  ineludible,  a los que el ser humano y sus agregados sociales, se ven obligados a someterse, muchas veces a su pesar.

Textos  útiles  para la reflexión, si  nos tomamos la molestia  de ir  parafraseándolos mentalmente de manera paralela en relación con los “relatos”, los mensajes , las imágenes y los elementos emocionales que ,momento a momento , se nos han venido transmitiendo, siempre bajo el doble prisma  y el color del cristal de los  contendientes y aún  del de  los “intérpretes”de lo que iba acaeciendo en el cuadrilátero de combate y en su trastienda.

De manera premonitoria, el autor, abre el espacio con la frase de César Vallejo.

Cuidate España, de tu propia  España”

Después irá  desenredando su monólogo dirigido a un depositario sobrino al que alecciona y le  sermonea:

“ yo tengo fe en la vida(…) también tengo  caridad con España aunque no siempre se la merezca, pese a todo hay que ser patriota, sobrino, fíjate que no digo nacionalista, la patria es más permanente que la nación, también más natural y flexible, las patrias fueron inventadas por el sumo Hacedor, las naciones son una creación de los hombres, las patrias tienen una lengua con la que cantar y árboles y ríos, las naciones tienen una lengua para promulgar decretos y tienen también instituciones con las que aherrojar al hombre y ametralladoras para defender las instituciones, a ti  te veo demasiado descreido(..) y eso no me gusta, hay que creer en algo paro no sentirse demasiado huérfano(…)te aseguro  que (es) el único brasero que tenemos los españoles para evitar que  los demás nos hielen el corazón, ¿te acuerdas de aquellos versos de Machado?(…)es un crimen helar el corazón a los mozos de veinte años, debéis resistiros, debéis levantar bandera de rebeldía y calentar vuestro propio corazón(..)

Tenemos que cuidarnos  del propio español que llevamos dentro, Ganivet dice que vivimos en perpetua guerra civil (…)

Mi amigo el poeta Manolo Sandoval bien claro dice en los dos últimos  versos de su soneto  A un intransigente que en España siempre se gobierna con una tea encendida, en la mano, con gorro frigio o monacal siempre está en el gobierno Torquemada, en el gobierno y fuera del gobierno al español lo que le gusta es pegar fuego a España y a los españoles, lo primero que tenemos que hacer los españoles es no arder, después ya veremos (…)recuerda las palabras de Unamuno, no creemos sino lo que esperamos y no esperamos sino lo que creemos.

(…) ¿Te acuerdas sobrino de aquellos versos de Lope de Vega? “ay dulce y cara España, madrastra de tus hijos verdaderos, y con piedad extraña piadosa madre  y huésped de extranjeros”(…) tenemos que amar a España, tenemos que amarla con mucha ternura, con mucha cordura, con mucha cautela, España se nos puede morir entre las manos cualquier día, España tiene la sangre envenenada y es preciso hacerle respirar aire puro, lo que no sé es por donde empezar, ¿lo sabes tú?.

(…)nadie sabe por donde  debemos empezar los españoles, puede ser que haya que empezar por el principio y con toda lentitud, a España siempre le sobraron españoles con demasiada paciencia y españoles demasiado impacientes, no sé lo que pasa en otros lados pero sí te aseguro que la mentira no suele ser tan desmemoriada (..)

Ortega y Gasset dice que los españoles  ofrecemos a la vida un corazón blindado de rencor, mientras no abramos nuestros corazones para que el rencor huya seguiremos siempre en las mismas, las pasiones están desatadas, no tienes más que  asomarte al balcón y escuchar  su bramido.

(…)El amor no es nunca un tormento y en todo caso siempre es el amor, contra lo que la gente supone yo te aseguro que no es jamás un tirano y sí siempre un compañero para nuestro incierto viaje por la vida, la vida es  un túnel por el que caminamos sembrando y cosechando amor o dando y recibiendo palos de ciego, no hay otra alternativa, abre de par en par las puertas de tu alma y deja que el amor te habite, te invada como una marea, no te defiendas del amor  a  tiros y a mordiscos, entrégate sin reservas , conviértete en alimento del amor, el alimento de la vida y el alimento de la muerte ya te viene marcado por la ley de los mundos, tan solo el que llegues a ser  o el que te quedes sin ser alimento del amor depende de ti mismo y de  de tú íntima ley,

(…)El amor no es un bien atesorable, el amor que hoy no brindas o no recibes no  podrás recuperarlo.”

Acabamos de ser espectadores, mayor o menormente impresionados de una  escenificada pelea de gallos; la raza de ellos era sin duda toda  genuina española, sus plumajes de colores distintos , hasta abigarrados, sus razones, argumentadas y diversas, los espolones  fuertes y agitados….

Alguién decidió que la pelea estaba ya ganada de antemano, por derecho de propiedad suscrito, paró en seco el desplumaje  mutuo y encerró los gallos que pudo en el corral, echó un galgo a los que se escapaban…

Ante la vesania, en vez de terapeútica muro y reclusíon perpetuas. Ya debía ser así  en , 1830, cuando el bueno de Ford, contaba sus cosas

 Y uno piensa que para detener las derivas y no terminar con las plicas en Flandes, no hubiera sido mala cosa que alquien,  sin demasiada paciencia  ni impaciencia se hubiera parado a susurrarles al oído  y a su tiempo estas , aparentemente franciscanas, reflexiones   de  otro premio nóbel . Este que ya  que ya no pudo subir  al estrado en pro de  defender su propia proclama:Camilo  José Cela .

No hubiera estado mal haberlo intentando todo  en pro de que el Lobo  viniérase a Hermano., antes de ahuyentarlo prendiendo fuego a

la parcela completa.

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