Opinión

Debate PP: drama rural

La sola posibilidad de un debate entre los dos candidatos supervivientes de las primarias del PP se está viviendo en éste como un drama, pero no como un drama cualquiera, sino como un drama rural, el más terrible de los dramas. ¿Debatir o no debatir? Esa es la cuestión. Pero en tanto en los profundos del Partido Popular se debate si se debate o no, parece emerger entre su parroquia la idea de que la confrontación pública, verbal, de las ideas de Casado y Sáenz de Santamaría para que la gente sepa de qué van, pudiera no precipitar necesariamente el Fin del Mundo.

A la lamentable circunstancia general de que en España apenas hay debate posible, pues nadie escucha a nadie, se añade la particular de que en el seno del PP jamás se debatió nada, y mucho menos las ideas, por ser estas radicalmente contrarias a su naturaleza constitutiva. Creado por Fraga como el cuerpo único de una única derecha, en el PP se desintegraron y disolvieron las diferentes ramas de la misma que habían pululado por AP y la UCD, aquellas que entre sí hubieran podido debatir algo, alguna vez, un poco. Por lo demás, su estructura jerárquica, piramidal, casi castrense, y sus hábitos sucesorios inspirados en los de la monarquía, bien que sustituyendo con el dedo la función genésica de otros órganos, aseguraron la abolición de todo debate, por no servir en tales circunstancias para maldita la cosa.

Pero las mudanzas de los tiempos no respetan nada, los sondeos electorales, salvo a quienes los encargan, tampoco, y ha aparecido otro partido de derecha que, si bien tampoco debate gran cosa, parece que sí porque es de gente joven. Las puñaladas traperas en los pasillos, las conspiraciones secretas y los odios fraternos, que abundaron en el PP cuando su tinglado se mantenía merced al sometimiento último al líder, ya no tienen sentido cuando el último que tenía se ha fugado a Santa Pola, y el espectro del debate, de la lid razonada para la elección de uno nuevo, se impone. Y aquí viene el drama, un drama, sino enteramente rural, cuando menos agropecuario.

Que en el PP se pongan, de pronto, a debatir, choca. Aun así, y pues por algo se empieza, ya debaten si debaten o no debaten.

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