El retorno enajenado
Tras la crítica de la Ilustración por la posmodernidad, el siguiente paso obligado era el retorno enajenado, o sea el retorno de nuestro pasado peor.
Ayer en Madrid se produjo un cónclave de ese retorno enajenado gracias a la invitación de Abascal y VOX a los principales dirigentes del neofascismo internacional para, entre otras cosas, hacer una demostración de fuerza en la capital de España e insultar de forma grave y soez a nuestro presidente de gobierno.
Curiosamente ayer mismo veía un corte de un documental sobre Trump donde este afirma literalmente que él representa a aquellos que tienen "instinto asesino".
Al mismo tiempo en el susodicho cónclave neofascista se denomina "civilización occidental" a la matanza indiscriminada de civiles, mujeres, y niños en Gaza.
Tanto en los textos canónicos del fascismo como en los textos que analizan este fenómeno (por ejemplo "Contra el fascismo", de Umberto Eco) se hace hincapié en dos elementos fundamentales de ese movimiento: la irracionalidad y la violencia.
Fieles a esos principios, los promotores y participantes en el cónclave madrileño neofascista apoyaron la estrategia de Netanyahu y la matanza de inocentes en Gaza, a la que calificaron de defensa de la "civilización occidental". Cerraron así el círculo de su ideario mostrándose fieles al principio de exaltación de la violencia y a una idea delirante de lo que es la "civilización occidental”, en la que aparte de ellos y su delirio caben pocos más.
Defendieron un patriotismo simiesco, agresivo e irracional que les es muy querido, y una idea de la "libertad" donde tiene encaje clonar mascotas y perros, pero no la libertad de los seres humanos para moverse por el planeta en busca de mejores condiciones de vida.
Y de la misma forma que desprecian esa libertad humana esencial e irrenunciable, desprecian el deterioro del planeta en el que su cultura explotadora y extractiva insiste. Es necesario enriquecerse, caiga quien caiga (aunque sean los servicios públicos o el planeta entero), para que ellos tengan dinero de sobra con el que poder clonar a sus mascotas. Recuerden las ideas de Milei sobre el programa de cardiopatías congénitas en niños humanos de su país.
Ayer el patriotismo español y la “civilización occidental” estaban en otra parte, aunque también en Madrid: en las manifestaciones de las vecinas y vecinos de esa villa en defensa de la sanidad pública.