Opinión

Prietas las filas: una coalición para el régimen

La palabra que más gusta a todos los estamentos del Régimen, incluidos los órganos de propaganda (que son la mayor parte), es la...

La palabra que más gusta a todos los estamentos del Régimen, incluidos los órganos de propaganda (que son la mayor parte), es la palabra COALICIÓN.

Con la tramontana electoral todos nuestros representantes se vuelven buenos, y como en una especie de milagro recobran la vista y el oído. No se que mosca les pica.

Con estos aires de mayo y estas flores a María, una ola de buenísmo recorre sus prietas filas y les da por prometer a diestro y siniestro, cara al sol y la ceguera.

Pero bien lo sabemos, no hay promesas que unas elecciones duren.

Fíjense en Rajoy, lo que prometió y después hizo. Pedazo destrozo y pedazo estafa. Mentir así no se aprende en cualquier sitio.

Yo creo que a estas alturas de la película (y esta película comienza a ser una película de terror) todos tenemos una idea aproximada de lo que nos ha ocurrido. Me refiero a los españoles y a este país.

Que después de 40 años de dictadura hayamos desembocado en "esto", que tan poco se parece a la democracia y tanto se parece a un garito, creo que los españoles no nos lo merecíamos y es prueba inequívoca de que algo falló desde el principio.

Aparte de la distinta perspectiva que tengan los ciudadanos sobre lo sucedido, son muchos los que perciben una notable coherencia en los hechos, un guión previsible y una sucesión  lógica y necesaria de causas y consecuencias. Se veía venir.

El agudo estilete de esta crisis, ha venido a reventar el enorme absceso de corrupción y mentira incubado al calor de esta falsa democracia, es decir, a la sombra de una "legalidad" a medida de "aforados" y delincuentes anexos, de una falsa alternativa de opciones políticas que con mucha razón ha dado en llamarse "régimen", por no desmerecer, en sus peores vicios, impostura y consecuencias, del régimen anterior.

El absceso ha reventado y lo ha puesto todo perdido de mierda.

Esa es nuestra "marca" como país.

La escasa (por no decir nula) respuesta del régimen al 15M, puso de manifiesto no sólo lo extendido que está el mal a lo largo y ancho de todos los mecanismos de decisión y gestión, sino también la fría y dura esclerosis de los órganos de percepción.

Nos ha estremecido esa dureza, esa falta absoluta falta de sensibilidad ante los distintos "dramas" sociales y humanos que se han venido produciendo en nuestro país, castigando siempre a los mismos ciudadanos: a los trabajadores, pensionistas, enfermos ... y a los niños.

Un régimen político que no enrojece de vergüenza ante la denuncia unánime de tantos organismos internacionales sobre la falta de respeto de derechos básicos y humanos en nuestro país, ya no tiene piel. Sólo tiene máscara y coraza.

Y eso es RÉGIMEN.

El 15M supuso la denuncia monumental, desesperada y desamparada de una estafa "política" nacional puesta al desnudo por una estafa "económica" global.

La única virtud de aquella estafa económica fue desnudar y dejar en cueros nuestra estafa política y sus vergüenzas.

La única respuesta del régimen fue un enrocamiento autista y neofeudal en los privilegios y corruptelas de sus gerifaltes y aforados.

Símbolo y cifra de ese enrocamiento cerril, es la reciente propuesta de Felipe González para una coalición PPSOE, los pilares del régimen corrupto que nos ha traído hasta aquí, y que no es otra cosa que un intento de cerrar de nuevo el absceso con la infección dentro.
Prietas las filas y "omertá".

Groucho Marx habría rebautizado esa propuesta como la coalición Bárcenas-Gürtel-ERES, que obviamente arrastra un prestigio enorme, y ostenta todos los títulos legales para salvarnos.

No vi entero el debate, pero en lo que vi, Cañete-PP intentaba revestir la  infamia y estafa neoliberal con cifras brillantes y altisonantes, y Valenciano-PSOE (de la misma barra) intentaba ocultar con cuentos y lírica, los hechos y la prosa neoliberal de su partido.

En las privatizaciones y expolio del Estado siempre han estado de acuerdo. En la indiferencia ante el paro y la miseria también. En el deterioro de las condiciones laborales, total sintonía. Fieles ambos a esas privatizaciones que ahora mismo acaban de matar  282 mineros en Turquía en aras del lucro y las recompensas pactadas (a pagar bajo cuerda).

Mientras con una mano estaban privatizando y recortando derechos, con la otra estaban robando. Esa es nuestra historia reciente.

Más honesto, sensato, y ajustado a la verdad es lo dicho recientemente por Willy Meyer: "votar a Elena Valenciano es votar a la Troika".

No en vano Felipe González, gran protagonista de nuestra historia reciente e ídolo adorado por la derecha, prefería (y así lo dijo) a Almunia frente a Borrell. Y Almunia, ya sabemos lo que significa y a quien defiende.

A lo que yo añadiría: y votar a Cañete, ni te cuento. Más de lo mismo.

¿No hemos tenido suficiente?

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