En estos días de novedad política, ciudadanos y medios de comunicación han manejado mucho el término "casta", que tiene, aunque no únicamente, resonancias zoológicas.
"Zootécnicas" habría dicho quizás Unamuno sí recordamos su artículo antirracista (y antinazi) publicado en "El Sol" el 30 de junio de 1932, bajo el título gráfico de una esvástica.
Lo nazis y otros fascistas sostuvieron una teoría y práctica racista, con mucho baile de salón y etiqueta, con mucho aparato académico y formol, en busca de "soluciones finales" e imperiales destinos, pero con siniestros y terribles resultados de muerte industrial, catástrofe global, y fracaso social, ético y humano.
Al final, para todos.
No deben ser inocentes ni evitables estos cruces o interferencias semánticas entre política y zoología, cuando tan rápido se nos vienen estos vocablos comunes y otras metáforas simbióticas a la mente.
Por ejemplo, todos conocemos la "película" (en modo guión simplificado) de los grandes dinosaurios y los pequeños mamíferos.
Como aquellos poderosos y enormes animales, con no se cuántos años de historia (incluso política) a sus espaldas o poderosos espinazos, y que presumían de "imprescindibles", representativos y dueños de la situación y el cotarro, se convirtieron ante un cambio de condiciones y ambiente, en innecesarios, prescindibles y dañinos.
El Tiranosaurio Rex tropezó para siempre en su poderosa quijada, y sin comerlo ni beberlo, dejo su sitio y espacio ecológico a una pequeña musaraña que rumiaba extrañas ideas, que quería acabar con los paraísos fiscales, equiparar las retribuciones de hombres y mujeres, y acabar con la corrupción política y otras formas de injusticia evitable. Entre otras buenas y menudas soluciones, que los nerviosos animalillos meditaban entre carrera y carrera por sus redes subterráneas.
No se por que, los coletazos y dentelladas de estos días en el PSOE me recuerdan a un Dinosaurio protésico y arteriosclerótico, y PODEMOS a un pequeño, ágil e inquieto mamífero zascandil.
Poder, clases, régimen, antisistema, súper ricos, súper pobres, abismos de injusticia, señores y esclavos, hombres y perros (flauta), enfermos desprotegidos, hambre infantil, lujo sátrapa e indecente, paraísos fiscales, infiernos de pobreza, delito, ladrones, dinero, competitividad, colaboración, solidaridad, cultura, humanismo.
Hombres, castas y reses.
En estos días una noticia dura como un mazazo y amarga como un veneno, nos hunde el alma y casi la esperanza en el hombre.
En la India, allí donde tantos emprendedores "neoliberales" de Occidente encuentran condiciones óptimas de negocio, y ejemplo a seguir en la carrera competitiva por unas condiciones laborales cada vez más productivas, inhumanas y degradantes, dos niñas (14 y 15 años) pertenecientes a la "casta" de los intocables, fueron secuestradas por un policía y después violadas, asesinadas y ahorcadas por una tropa de facinerosos con amplia representación del "régimen".
Del régimen de castas. Del régimen que favorece los negocios neoliberales.
Intocables y mujeres.
Varias mujeres activistas de ese país han denunciado que ese acto sádico ha sido una advertencia, un aviso feroz y despiadado, para que los "intocables" se mantengan en su sitio, mudos y sin protestar.
Dado que el pragmatismo y el sentido de la realidad, la comprensión de la auténtica "naturaleza" del hombre y la neoprostitución de la libertad, nos han traído hasta aquí, al final de la historia, a la beatificación de una sola y escuálida idea, a un callejón sin salida, debiéramos darle una oportunidad evolutiva a los otros, a los pequeños, a los que estaban ocultos, quietos y mudos. A los ciudadanos que piensan en verso y sueñan con humanismo.
Es cuestión de supervivencia.
