Pactos
Averiguar cuándo empieza a llamarse "ultraizquierda" a la socialdemocracia nos llevaría a una larga discusión. Yo opino que coincide con la caída del muro de Berlín y la inauguración del pensamiento único neoliberal.
Uno de los mecanismos para confundir los llamados "extremos" fue englobarlos en un mismo concepto y bajo una misma categoría. Operación similar se fraguó en nuestro tiempo en torno al concepto "populismo". José Mujica ya lo explicó: ese concepto así utilizado (desde un falso centro) "vale para un barrido y un fregado”.
Y puesto que partimos de un falso centro, un centro neoliberal, el "centro" responsable de la estafa financiera de 2008, la misma reflexión cabe hacer respecto al concepto “extremista".
Una vez más, ubicarse adecuadamente y con honestidad en el espectro político, requiere no hacer trampas con el lenguaje. Demostrado está que si nos hacemos trampas con el lenguaje y llamamos centro político al neoliberalismo, podemos acabar en estafas financieras cuyas consecuencias extremas y extremistas arrastramos durante décadas, no solo en el plano económico sino en el plano político.
Por tanto lo primero es ubicarse correctamente y saber qué cosa es centro político y qué cosa no lo es, y qué es extremismo y qué cosa no lo es porque nunca lo ha sido, por ejemplo la socialdemocracia.
Que uno de los trágalas que VOX quiere imponer al PP en Valencia para gobernar allí sea el rechazo del Pacto verde europeo, fruto del pensamiento científico y de la razón, y esto después de la DANA mortífera de Valencia, de la mala respuesta negacionista, y de la dimisión de Mazón, nos confirma que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Sobre todo si el que guía la ruta y toma las decisiones es VOX.
Pactar con la ultraderecha tiene estas cosas: uno se somete a los dictados de la irracionalidad.
De la misma manera que al pactar con lo que hoy se llama la "ultraizquierda", uno se arriesga a que la socialdemocracia, los derechos laborales, los derechos humanos (también en Gaza), la justicia social, y la lucha contra el cambio climático, se le cuelen por debajo de la puerta del castillo, o sea por debajo de la puerta del "sistema".
¡Vaya peligro!