Lo normal
Al parecer en España tenemos alguna justicia que primero condena y luego busca el motivo. Ahora bien, quien avisa no es traidor. Y avisados estábamos. Al menos desde que el senador Cosidó explicó a sus colegas del PP cómo funciona esto.
El senador Cosidó, del PP, nos ilustró en su momento mediante conversación cordial y desinhibida con sus compañeros senadores: al Tribunal Supremo se le toquetea por detrás, dijo directamente. No pasa nada. Debe ser lo normal... Al menos en España.
El Lawfare no existe, dicen algunos, pero el toqueteo de algunos jueces por la puerta de atrás -según Cosidó- sí. Esto último debemos entenderlo como traducción castiza de aquello otro. Después de todo "Lawfare" es un término anglosajón que se nos traba en la lengua.
Entre colegas senadores del PP y entre bastidores no hay por qué disimular y se pueden decir las cosas como son.
En realidad el disimulo vale ya para muy poco, porque la historia de esta anomalía en nuestro país, es más que larga y más que turbia. Mencionemos como botón de muestra la guerra sucia contra PODEMOS, que ahí está, pendiente de no se sabe qué.
Hay jueces veloces y jueces lentos (a veces son los mismos), de manera que algunos de esos jueces, que en algunos casos corren mucho, en otros no tienen prisa. Como que aún están intentando averiguar quién es M. Rajoy.
Es que tienen mucho trabajo, intentando derribar al gobierno de Sánchez, se dirá. Lo cual como excusa no está mal, aunque produce una risa un tanto floja. O sea, una risa poco alegre.
Y lo cierto es que no conociendo la sentencia por la prisa en dar a conocer el fallo -precisamente el 20N- todo o casi todo son cábalas, pero el contexto es el que es y los antecedentes son los que son.
El caso es que todavía estamos esperando saber en qué acaba lo de la guerra sucia contra PODEMOS a manos de la política patriótica del PP. Que obviamente estaba a las órdenes de un ministro, y este a su vez a las órdenes de un presidente de gobierno.
Conviene decir también que la impunidad del rey demérito, forma parte del mismo paquete "institucional". Así que no se extrañen del estado actual de nuestras instituciones. Hay cosas que se contagian desde arriba. Es lo que tiene la monarquía, que es una escuela de servidumbre.
Desde luego muy normal no es. Ni democrático.