Opinión

Y sin embargo nos abrasamos

Luis González Carrillo. Leganés (Madrid) escribió el 20 de agosto, en la sección "Cartas a la Directora" de El País, un texto escueto y oportuno sobre la mirada condicionada por los prejuicios, las creencias, y el fanatismo. Se titula "No mirar a la Tierra", y enseguida, por asociación, su reflexión me recordó a Galileo Galilei y sus circunstancias, o sea su persecución y censura inquisitorial.

Leemos en esa carta:

"No deja de sorprender la capacidad humana de crear aparatos como el telescopio James Web que nos permiten observar lugares tan lejanos como los orígenes del Universo. Pero más sorprendente es que no seamos capaces de girar ese telescopio y mirar hacia la Tierra y poder presenciar casi en directo como la estamos destruyendo".

Aquel fanatismo medieval de la Iglesia católica que reivindicaba la ceguera de la fe, y proponía no mirar al cielo y a la realidad de los hechos sino al catecismo y la doctrina, está representado hoy por esa extrema derecha que reivindica los hechos alternativos y no mirar a la Tierra, es decir, la utilización ideológica y electoral de la mentira.

Este fanatismo renovado al calor de los tiempos propone hoy no mirar a la Tierra y su calentamiento, de la misma manera que siglos atrás ordenaba no mirar al cielo y sus astros, que para disgusto de los fanáticos y contradicción de su doctrina, se movían.

Y quien se atrevía a desobedecer esa orden y apartaba con valentía y rigor intelectual los ojos de la doctrina impuesta para observar la realidad del cielo y de sus múltiples "mundos" en movimiento (esa "pluralidad de mundos" sobre la que luego escribió Fontenelle), se arriesgaba a ser quemado en la hoguera, como le ocurrió a Giordano Bruno, ese adelantado de su tiempo, o a ser sometido a inquisición y censura, como le ocurrió a Galileo Galilei.

Si bien la irracionalidad puede tener un componente "romántico" o incluso "poético", también puede tener un componente sádico y ser utilizada por estos dementes.

Estoy viendo estos días una serie documental sobre el componente ocultista y esotérico del nazismo, que como se sabe fue una de las más siniestras manifestaciones del sadismo en la Historia.

Al final se refuerza la idea, que ya se tenía, de que algunos de los principales dirigentes del nazismo estaban bastante venados o chiflados del todo. Eran de hecho locos peligrosos.

Himmler, el máximo dirigente de las SS, y responsable de tantos crímenes y asesinatos, tenía esta manía esotérica y ocultista y buscaba por doquier y en cualquier parte del mundo, raíces y argumentos que apoyaran las teorías nazis sobre la superioridad de la raza aria, de la que los alemanes se consideraban los directos herederos, con derecho a esclavizar o asesinar al resto del mundo. Con ese objetivo (o delirio) en mente organizó la Ahnenerbe, entidad pseudocientífica integrada en las SS.

Himmler mezclaba las elucubraciones de la Atlántida con los hiperbóreos, y todo ello con el Grial, fuere santo o pagano. Como se sabe, el nazismo también era una ideología decididamente anticristiana, para la que el cristianismo era la doctrina de los débiles y estaba contaminada de judaísmo.

De acuerdo con ese programa de investigación esotérica y racial, Himmler organizó y financió múltiples expediciones por todo el mundo, incluido el Tíbet.

También aprovechó una visita que hizo a España en octubre de1940 destinada en principio a organizar la seguridad de la entrevista entre Hitler, el líder nazi, y Franco, el líder fascista, en Hendaya, y se acercó al monasterio de Montserrat, del que tenía noticias que guardaba el Grial.

El abad de Montserrat, que conocía la índole de este tipo chiflado y siniestro, y que probablemente conocía también el objetivo de su visita, no lo quiso recibir en persona, y fue un monje que hablaba alemán el que manifestó al gerifalte nazi que ellos no tenían el Grial ni cosa que se le pareciera.

Con tales dirigentes se entiende que el "Reich de los mil años" durase bastante menos que esos mil años, en concreto 12 años, entre 1933 y 1945, no sin antes causar bastante desgracia y muerte en el mundo.

Para ampliar información sobre este rocambolesco asunto merece la pena leerse estos dos artículos: “Himmler, Montserrat, y el Santo Grial: la factura de una visita desagradable” (el Confidencial). Y también: “Montserrat, Heinrich Himmler, y el cáliz de Cristo” (National Geographic). https://www.elconfidencial.com/cultura/2017-04-10/himmler-nazis-franquismo-montserrat-santo- grial_1359849/

https://www.nationalgeographic.es/historia/2018/03/montserrat-heinrich-himmler-y-el-caliz-de-cristo

Galileo Galilei, cuando le conminaron a no mirar al cielo (y tenemos una película muy actual con un argumento parecido: "No mires arriba", del año 2021, con el subtítulo simpático de "Basada en hechos posibles") dijo para sus adentros, casi como un susurro: "E pur si muove", "Y sin embargo se mueve".

Nosotros, cuando nos ordenen no mirar a la Tierra y la destrucción que nuestro sistema económico está provocando, respondamos abiertamente:

"Y sin embargo nos abrasamos".

Comentarios