Opinión

Dimisión Avant La Lettre

Ignoro sí la dimisión de Monedero es la primera dimisión de un político español antes de ocupar ningún puesto de poder reseñable...

Ignoro sí la dimisión de Monedero es la primera dimisión de un político español antes de ocupar ningún puesto de poder reseñable. Se va sin ocupar ningún cargo público y de lo que dimite es de sus cargos en el partido.

No se tampoco si ha de considerarse este un caso extraño y novedoso (además de loable) de honradez preventiva.
En cualquier caso, su dimisión llama la atención como posible "signo de los tiempos", y porque parece indicar que al menos en los ámbitos honestos que buscan la regeneración, se hila muy fino.
No podría decirse lo mismo de otros ámbitos más "normales" de nuestra representación política “tradicional”.
Hasta los más hábiles en silenciar su conciencia saben que Mariano Rajoy, máximo exponente de la "normalidad humana" en la piel de toro, tiene más motivos para dimitir de "todos sus cargos" que Monedero, y sin embargo ahí está, dando brillo, jabón y esplendor al establishment, y haciendo de su partido una leyenda.


Claro que Andreotti también duró en el puesto más de lo que su honradez merecía.
Chaves y Griñan, que según todos los indicios y a diferencia de Monedero si tocaron poder público y manejaron dinero de todos, se resisten como gatos panza arriba, caiga quien caiga, sea interventor o Susana.
Ahí están también, incombustibles e incendiarios, en medio del fuego de la corrupción madrileña, Esperanza Aguirre y su aplicado pupilo, dispuestos de nuevo a incendiar Roma.

Son contrastes que a algunos nos llaman la atención.

Debe ser que estamos chapados a la antigua usanza de Castilla y no tenemos habilidad social ni don de gentes para manejar dobles lenguajes y gestionar dobles vidas.
Si estos contrastes dieran que pensar a la mayoría, estaríamos ya hace mucho tiempo en el camino de ser una democracia normal.

Creo que esta disparidad tan extrema en nuestras varas de medir comportamientos públicos y sucesos políticos, no nos puede hacer bien a nuestra salud civil, en tanto que una sana independencia de criterio, junto al imperativo de justicia igual para todos, y un modus operandi imparcial, es requisito imprescindible en cualquier régimen político moderno. Sin ética no hay democracia.

Pero somos así: a los que necesitan casa para sobrevivir se les echa a la calle, y a los que defraudan millones para incrementar su ya desbordado lujo se les amnistía y protege.

¿Ustedes recuerdan lo que se mareó sobre unos informes que habría elaborado Monedero como particular y sin ocupar ningún cargo público?
¿Han notado ustedes el mismo ímpetu justiciero en cuanto a los informes que cobraron (dinero extra) Trillo y Pujalte, "ocupando cargos públicos", de manos de intereses (empresa constructora dedicada a la obra civil) que podían verse beneficiados por sus decisiones como representantes de todos nosotros?
¿Han aparecido ya dichos informes?

¿Para eso les pagamos su sueldo?

Soy tan bien pensado que sigo creyendo que en el espíritu del 15M está el principio de nuestra regeneración política.
Por eso, que Albert Rivera diga que “Ciudadanos quiere justicia y Podemos quiere venganza” (no concibo yo a un José Luis Sampedro vengativo) hace que en mi humilde opinión este político aspirante pierda toda su credibilidad (lo que afirma no se lo cree ni el), y me lleva a sospechar si detrás de todo ese despliegue y ese llevar en mantillas a esta nueva derecha, no estará un lavado de cara del IBEX 35.

Esa es la noticia: Monedero ha dimitido sin ocupar ningún cargo público, ha dimitido antes de ocupar poder, antes de manejar dinero público. Pionero de un nuevo estilo, ha dimitido avant-garde.

Dicen que ahora su aguijón será más libre y feroz.
Que sea para bien.

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