El rey que fue
Las "Memorias" del rey emérito se van a convertir en el `best seller` del año. Por lo pronto no se habla de otra cosa. Unos para criticar, otros para compadecerlo, y los más para cotillear sobre su vida. En realidad en estas "memorias" no desvela nada relevante, se reivindica a sí mismo y cuanto hizo a la muerte de Franco apostando por la democracia. En cuanto a los escándalos que ha protagonizado los enmascara presentándose como un hombre con debilidades. Y sí, todos los seres humanos tenemos debilidades pero algunas de esas debilidades no se las puede permitir quien es Rey de España.
Dicho todo esto no puedo dejar de añadir que, en mi opinión, es una equivocación que no se cuente con la presencia de Juan Carlos de Borbón en los actos para conmemorar los cincuenta años del paso de la dictadura a la monarquía.
En realidad, no invitarle es una actitud tan deplorable como cobarde. No se puede tergiversar la Historia intentando soslayar que la Transición no habría sido como fue sin el impulso y el concurso de Juan Carlos de Borbón.
De manera que me pregunto a qué tiene miedo la Casa del Rey y sobre todo el Gobierno de Pedro Sánchez. Aunque en el caso de Sánchez más que miedo es una especie de infantilismo izquierdista de pacotilla lo que le lleva a intentar obviar el papel de Juan Carlos en la puesta en marcha de la Transición. Las cosas fueron como fueron.
Vaya por delante que Juan Carlos de Borbón ha cometido errores difícilmente perdonables porque no siempre supo "estar" a la altura del privilegio de ser Rey de España.
En demasiadas ocasiones antepuso sus apetencias personales, caprichos y ambiciones a sus obligaciones, saltándose todas las normas de comportamiento, olvidándose que en democracia hay límites y nadie puede hacer su real gana por muy rey que sea.
No, no hay eximentes para disculpar muchas de sus actuaciones pero eso no opta para querer borrar de un plumazo las acciones que llevó a cabo para que España pasara de la dictadura franquista a un régimen democrático. De manera que me parece mezquino que, al más puro estilo leninista, se le quiera "borrar" de la foto de la conmemoración de estos cincuenta años que hemos dejado atrás.
No obstante, en mi opinión el emérito no ha sabido elegir el momento a la hora de publicar sus memorias para tratar de reivindicarse. Claro que tampoco comparto que le critiquen por reconocer que tuvo una buena relación con Franco. Habría resultado poco creíble que a estas alturas se pusiera a echar pestes de quien le convirtió en rey. Además en unas Memorias el que las escribe tiene derecho a dar su versión de lo vivido y sentido.
He escrito en otras ocasiones que los Presidentes de Gobierno también tienen su cuota parte de responsabilidad en no haber "frenado" alguna de las actuaciones del entonces rey. Por lo demás, al menos una parte de la opinión pública no se puede hacer de nuevas dándose ahora por enterada de la vida privada del entonces rey, porque eran secretos a voces.
También pienso que el emérito cometió un error al marcharse de España y que debió afrontar con valentía lo que se le venía encima fruto de sus graves errores. Esa huida complica sus deseados anhelos de regreso pero no lo debe impedir. Pero él mismo se puso la soga al cuello marchándose a la torera. ¿Qué esperaba?
Pero también pienso que ahora don Juan Carlos debería poder regresar a España y si pretende recobrar algún afecto por parte de la sociedad española, tendría que esforzarse por llevar una vida discreta y ejemplar.
En la trayectoria pública de Juan Carlos de Borbón abundan las luces y las sombras pero sinceramente creo que nadie debería de poner ningún impedimento para su regreso.