¡Basta!
Acabo de estampar mi firma en un documento elaborado por un programa que se denomina "La Luz De Las Niñas", promovido por Entreculturas, la ONG de los jesuitas. La firma en cuestión es para solicitar la creación por parte de Naciones Unidas del Día Internacional De La Erradicación Del Matrimonio Infantil.
Ya saben, la ONU tiene días para todo pero se le ha pasado por alto dedicar un día a la lacra que supone que cada tres segundos, sí han leído bien, cada tres segundos, en algún lugar del mundo a una niña la entreguen en matrimonio. La cifra resultante es espeluznante. Cada año, doce millones de niñas son entregadas en matrimonio y la sociedad no puede vivir en la inopia respecto a esta realidad.
El matrimonio infantil es una de las violencias más terribles que se llevan a cabo contra las niñas. Para empezar supone arrebatarles su infancia y determinar su futuro. La pobreza, la desigualdad, determinadas costumbres que se llevan a cabo en comunidades y países, son el caldo de cultivo para esta violencia insoportable que sufren las niñas a las que les arrebatan la infancia.
Otra cifra: en la actualidad más de 640 millones de mujeres fueron entregadas en matrimonio siendo niñas, es decir, las robaron la infancia, ese tiempo que solo debería estar dedicado a recibir educación, a jugar, a sentirse segura, pero para millones de niñas se convierte en el mismísimo infierno. Violencia sexual, embarazos para los que no están preparadas, afectación de su salud física y mental, dependencia económica...
Doce millones de niñas a las que anualmente les arrebatan su infancia. Doce millones de niñas que cada noche tiemblan de miedo cuando son obligadas a mantener relaciones sexuales en casi todas las ocasiones con hombres de la edad de sus padres y de sus abuelos. Doce millones de niñas a las que se les niega la posibilidad de jugar, de estudiar, de soñar.
Y todo esto sucede ante nuestra mirada. Por eso desde Entreculturas piden ayuda para colocar esta tragedia en la agenda de los políticos, para exigir a los Estados rendición de cuentas ante esta situación, para movilizar y aumentar recursos pero sobre todo el compromiso de la sociedad. Por todo esto es por lo que se pide un Día Internacional para la erradicación del Matrimonio Infantil. Qué menos.