Opinión

La moción de censura

El 20 de mayo nos manifestamos contra la corrupción. Nos manifestamos para echar a un partido del que emana corrupción del poder. Nos manifestamos para recuperar la política, para qué ésta se ponga a disposición de las ciudadanas, de los ciudadanos y no a la inversa. Nos manifestamos para apoyar una moción de censura que se hace imprescindible para regenerar la vida política de nuestro país.

Izquierda Unida, junto con las compañeras y compañeros que conforman el Grupo Parlamentario de Unidos Podemos estamos en la calle para apoyar a los nuestros en las instituciones, en el Congreso de los Diputados. Es una movilización que debe servir para que se abran las ventanas del Gobierno, para que entre aire limpio y desaparezca el hedor que impregna y contamina todo cuanto toca. 

La corrupción no es solo ese cáncer que consume la democracia, sino que también es la estafa que conlleva que cada euro que se ha embolsado un corrupto ha sido un euro robado de la sanidad, de la educación, de la creación de empleo, en definitiva, de hacer mejor la vida a las clases populares. Mientras los nuestros eran y son desahuciados, despedidos, obligados a tener que emigrar a otros países para buscarse la vida, o a tener que abandonar los estudios, los corruptos veían y ven como engordaban y engordan sus cuentas bancarias en los paraísos fiscales, muchos de ellos, pertenecientes al Partido Popular, al partido que está siendo investigado por presunta financiación ilegal, al partido que sustenta a Mariano Rajoy en el poder, en el Gobierno de la nación. El mismo Mariano Rajoy que ha sido obligado a tener que declarar como testigo ante un Juez por esa presunta corrupción. 

Cuando todo esto está sucediendo, cuando la corrupción enriquece brutalmente a verdaderos criminales a consta de las familias más desprotegidas de nuestro país, los dirigentes de algún partido, en concreto los del Partido Socialista Obrero Español, en un nuevo alarde de egocentrismo, cree que la movilización y la moción de censura se hace en su contra y para injerir en su congreso. Sumido en esa arrogancia y soberbia no son capaces de darse cuenta que el PSOE no es el objetivo, que el PSOE es el problema. 

Es el problema de que con su abstención en el pleno de investidura, Mariano Rajoy, haya alcanzado el gobierno, es el problema de que con su voto a favor se haya aprobado el techo de gasto y por ende los Presupuestos Generales del Estado (que perjudica claramente a nuestra Región), es el problema de que con su voto no sea posible la comparecencia de Rajoy en el Congreso para dar cuenta del caso Lezo, es el problema de que con su voto en contra de la moción de censura continúen manteniendo a Mariano Rajoy en el gobierno.

Esperemos, que sin nuestra injerencia y de ningún otro, sean capaces de que el/la Secretario/a General que surja del congreso sea capaz de que su partido no continúe legitimando al PP, manteniéndolo durante más tiempo en el gobierno y que dirija sus acciones hacia una verdadera regeneración política, que en este país resulta de vital necesidad, máxime cuando hemos comprobado que Ciudadanos, ese partido que alcanzó cierta representación institucional basada en ese discurso, haya renunciado a ello nada más comenzar la legislatura.

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