Opinión

¿Y si fuese tu abuela?

El referéndum era ilegal, pero las personas siguen siendo personas. Si hubiesen recibido a tiros a la Policía Nacional en los colegios, estaríamos hablando de otro tema. Y no me cabe duda de que entre 2 millones de personas, alguna escopeta tiene que haber. Y armas blancas tenemos todos en casa. En lugar de eso eligieron sentarse, pacíficamente y desarmados, en las puertas de los colegios. Estar sentado no se contempla en ningún manual de artes marciales, que yo sepa.

A partir de ahí, quien ordena defender la legalidad tiene dos opciones: entender que si se interviene se va a producir daño físico en las personas y que, por lo tanto, al ser peor el remedio que la enfermedad, es mejor no intervenir o, por el contrario, entender que para defender la legalidad se puede hacer daño a personas que no están, a su vez, ejerciendo la violencia en esas sentadas.

Este domingo fue gente muy mayor a defender sus ideas poniendo sus cuerpos entre el referéndum sin garantías, perpetrado ilegalmente por la Generalitat, y la policía. Mal hecho, pero siguen siendo personas. Que yo sepa, estar equivocado no te hace merecedor de humillaciones o palizas. En su mayoría estoy seguro de que son personas que llevan toda la vida trabajando, cuidando de hijos y nietos, tirando adelante como buenamente han sabido.

Si te parece bien que a una abuela, que no está haciendo daño a nadie, la arrastren por el suelo como si fuese basura, imagina cual sería tu reacción si fuese TU abuela.

Si te parece bien que mañana, por defender una sentencia judicial, la Constitución, o el papel que sea, puedan arrastrar a TU abuela por el suelo, o tirarla por unas escaleras, como si fuese una mierda y no una persona, no me hables de Cataluña. No me hables de los disturbios que se produjeron después de esto, porque se produjeron a consecuencia de esto.

Más pronto que tarde las pensiones serán historia, nos ofrecerán trabajo a cambio de pan y techo, y nuestros hijos lo tendrán aún peor. Y cuando salgamos a defender nuestra dignidad y la de nuestros nietos, nos abrirán la cabeza y será legal. Esta es la España que estamos construyendo, más dividida, más pobre, más inculta, más egoísta, más lejos de Europa y más cerca de África. Que tristeza y que vergüenza.

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