Opinión

La robotización

Escuchamos continuamente en los medios de comunicación el  término de robotización en referencia al uso de la tecnología en el trabajo, como la manera más sofisticada y eficaz de eliminar  la mano de obra. Las personas son totalmente prescindibles en las tareas que antes realizaban con el tesón y el esfuerzo que requería la empresa, ya fuera en forma de trabajo intelectual o físico. Pensamos que desde la revolución industrial todo ha sido un proceso más o menos continuo de robotización, es decir, la máquina en todas sus dimensiones se impone a la persona.  Recuerdo la secuencia de la película “La venganza” de Juan Antonio Bardem, en la que un veterano segador, miembro de una cuadrilla de jornaleros que trabajan por tierras de Castilla,  en un ataque de locura se enfrenta a la máquina cosechadora, porque sabe que es el final de  único sustento que tiene, el trabajo de sus manos.

Los economistas y los empresarios en su sabiduría práctica pregonan que para que un país funcione es necesaria la productividad, unida a un ahorro de costes empresariales.  A veces omiten que también hubiera sido más importante invertir en I + D (Investigación y Desarrollo). El economista Jeremy Rifkin publicó en 1995 “El final del trabajo” donde aborda el problema de la tecnología y la pérdida del trabajo tradicional, como lo hemos entendido hasta ahora.  Posiblemente como ha ocurrido siempre, tenemos una capacidad de adaptación tan grande que aparecerán nuevas formas de trabajo, en una sociedad plural;  sin embargo, al igual que el  personaje del film de Bardem con su rudimentaria hoz, vemos atónitos que perdemos nuestros trabajos, nos sentimos desplazados por un computadora que no piensa ni siente.

Comentarios