Opinión

Elogio y nostalgia de Toledo

El ensayo “Elogio y nostalgia de Toledo” de Gregorio Marañón es uno de los libros que muestran de una manera más emotiva la...

El ensayo “Elogio y nostalgia de Toledo” de Gregorio Marañón es uno de los libros que muestran de una manera más emotiva la admiración por la Ciudad Imperial, elogiando tanto  su historia como a los personajes ilustres que vivieron aquí. Gregorio Marañón fue una figura importante en el campo de la medicina, trabajó en el Instituto de Patología Médica. Además en literatura ha dejado excelentes ensayos sobre diferentes temas como el arte, la historia, siempre profundizando en el espíritu de grandes personajes históricos como “El conde-duque de Olivares”. Escribió “Elogio y nostalgia de Toledo” en el trágico periodo de 1937 a 1943, en su exilio de París. Unió recuerdos y nostalgias de sus vivencias en la ciudad, de sus estancias dominicales en el Cigarral de Menores.

Este conjunto de semblanzas sobre Toledo se recogen en un libro editado por Espasa-Calpe, en la colección Austral. Seguramente que será difícil encontrar algún ejemplar de color verde, el color que la editorial dedicaba a los libros que se referían al pensamiento, pero todavía quedan volúmenes en las librerías que contienen libros de segunda mano. Marañón comienza su discurso con una reflexión sobre la grandeza de la ciudad, pero desde la humildad de sus calles y del río Tajo, un río pequeño y retorcido que se hace grande y navegable en su desembocadura en Lisboa. El paisaje toledano que más le impresiona es el del cigarral, para él estas pequeñas casas al otro lado del río son el mejor mirador para  contemplar la monumental ciudad. Hay una evocación de la obra literaria de Tirso de Molina “Cigarrales de Toledo”,  donde unos amigos hablan y cuentan historias, aprovechando aquel marco incomparable.

Como he dicho antes,  Gregorio Marañón hace  un homenaje a personajes ilustres que han nacido o vivido en la ciudad. Como es normal, el primero de ellos es el noble cortesano Garcilaso de la Vega, el poeta más vanguardista de la poesía española, puesto que introdujo con gran maestría  la temática y métrica italianas, a principios del siglo XVI. El Greco es otro gran artista que ha hecho de Toledo una referencia mundial en el ámbito de la cultura y del arte, al presentar sus figuras alargadas y  un Toledo mitad mágico y fantasmal. Por último, nos llama la atención la admiración y fervor que tenía por Benito Pérez Galdós, al que dedica un capítulo del libro,  este era amigo íntimo de su padre. Destaca la imagen amable que nos da de este escritor, que era un gran conocedor de la ciudad y que vivió en la calle de santa Isabel, donde escribió su novela ambientada en Toledo “Ángel Guerra”.

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