El mundo laboral

El cine y la literatura plasman en sus narrativas las circunstancias del mundo laboral, con su problemática y sus conflictos. Ken Loach, en este sentido, es un maestro del realismo, porque sus películas muestran toda una radiografía de la clase obrera, que sufre los vaivenes de los sistemas políticos y de las crisis económicas. Su universo cinematográfico deja de ser localista, ubicado en las ciudades industriales del Reino Unido, puesto que presenta el drama del trabajador en asuntos que todos entendemos en cualquier parte del mundo, como la amenaza el desempleo, la conciliación familiar y el estrés continuo de unas maratonianas jornadas laborales, con el añadido de los desplazamientos desde el lugar de residencia al puesto de trabajo.

Ricky, el protagonista del filme Sorry we missed you no se diferencia mucho de Antonio, el personaje de Ladrón de bicicletas, el clásico del neorrealismo italiano. Son trayectorias parecidas en épocas distintas, ya que los dos tienen la responsabilidad de mantener a una familia y la creencia de que trabajar también dignifica sus vidas. No tienen propiedades, no tienen rentas ni herencias suculentas, que les hicieran la vida más fácil y placentera, por lo tanto se sirven de su ímpetu para poder trabajar. Sin embargo, Antonio debía conseguir una bicicleta para pegar carteles publicitarios por la caótica ciudad de Roma. En el caso de Ricky, a pesar de trabajar para una multinacional del reparto a domicilio, debe aportar su propia furgoneta porque la empresa de desentiende totalmente de ese requisito. Es un falso autónomo, pero con las nóminas de un asalariado.

Son situaciones injustas, abusivas que provocan que los trabajadores tengan que poner sus propias herramientas, pero continuando con las condiciones leoninas de trabajo que les ata a una empresa. En la obra de teatro La camisa, estrenada en 1962, Lauro Olmo plantea la desdicha de Juan que no tiene una camisa blanca para ir a pedir trabajo y no se puede permitir comprar una. Juan es un albañil en paro que vive con su familia en una chabola del extrarradio de Madrid.