Opinión

¿Qué hará el PSOE?

A diferencia de cuando eligieron a Josep Borrell, esta larga campaña de primarias socialistas no abrillanta la imagen del PSOE, sino que pone más bien en evidencia las limitaciones de los tres candidatos -Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López- y sus discursos endogámicos. Mariano Rajoy, el líder del PP, está bajo mínimos pero enfrente apenas hay nada. Esta vez Felipe González se ha equivocado: se deshizo de un chico -para él- díscolo, Pedro Sánchez, pero no buscó a una chica capaz de deslumbrar; brillante como Borrell. Parece mentira que un partido como el PSOE y un líder como González, que tuvieron en sus filas a Maravall, Solana, Barón, Solchaga, Boyer, Guerra, Tierno, Maragall, Raventós, Manolo Marín, Laxe, Areces, Paco Vázquez, Benegas, Rubalcaba, Bono, Ibarra, Jordi Sevilla, Méndez Romeu, Xerardo Estévez y tantos otros, hoy no tengan a casi nadie, salvo tal vez al superviviente Abel Caballero. Desde fuera no se entiende. Tampoco se comprende que personas preparadas como el profesor Gonzalo Caballero o el abogado Pablo Arangüena, que podrían darle unas cuantas vueltas a los actuales aspirantes, no salgan a flote. Algo va mal en el PSOE.

En el Partido Socialista faltan líderes y sus ideas no están ordenadas. "Tenemos muchas ideas, pero tenemos que identificar primero cuáles son los principales retos que tiene el país para después poner rostro a los dirigentes que tienen que llevar al PSOE de nuevo a recuperar la confianza de la mayoría. Es una cuestión de ordenar prioridades y luego poner cara y ojos a nuestros dirigentes", dice el diputado Ignacio Urquizu, que pasa por ser el actual ideólogo de su partido.

El PSOE está bajo mínimos en las clases urbanas, entre los profesionales liberales, que no se ven representados. También tiene un problema entre los jóvenes, sobre todo urbanos, que no vivieron su contribución a la modernización de España y ahora no se sienten identificados. El gran partido de la clase media y de muchos trabajadores españoles se ha venido abajo, del mismo modo que un parte de España, la que ahora vive en la exclusión social y la pobreza, y anda en busca de su salvavidas.

Reducir todo eso a un giro a la derecha o a la izquierda es una simplificación. Un partido socialdemócrata que fue garante de la igualdad y de una cierta prosperidad si algo tiene que hacer es contribuir a recuperar el modelo de sociedad que puso en pie en los años 80, lo que pasa por producir más y mejor y, obviamente, por repartir las rentas en busca de la igualdad. El PP está contribuyendo a hacer la primera parte y alguien tendrá que gestionar la segunda, sin echar nada abajo, a riesgo de repartir pobreza.

En esta campaña de primarias se sigue hablando mucho del partido y de las viejas glorias del PSOE pero se habla poco de cómo conseguir que la gente trabaje, cobre un sueldo decente y pueda tener su casa y confianza en el futuro.

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