Opinión

Querido yo de ayer

Esta carta va dirigida a la memoria, para quien se olvidó fácilmente de lo pasado por la sociedad europea y española en general, castellano manchega en particular.

Yo no paro de echarme las manos a la cabeza cuando leo a gente, exigiendo al presidente Emiliano García-Page que dé soluciones donde se hicieron los graves recortes.

Su obligación y está cumpliendo, es dar soluciones a la precaria situación que nuestra región se encontró, enfrentándose cara a cara con el desafío que en estos momentos tenemos, el COVID-19, junto a las personas trabajadoras del sector sanitario como todas aquellas que salen de casa a ganarse el pan y colaborar en la economía de nuestro país. 

Los carnets o los colores políticos no te eximen de contraer este virus pandémico que sufrimos en toda España por igual, como reflexiono mi amigo y compañero Sergio Gutiérrez. 

Sea gobernada por naranjas, verdes, azules, morados o rojos. 

Por eso me sumo a quien sea que defienda que  debemos pensar en España y en la ciudadanía para enfrentarnos juntos, para así ganar este reto que se nos ha planteado.

Sin hacer distinción de territorios, Comunidades Autónomas, países, nacionales o sentimientos. 

Nuestra tierra ha sabido destruirse y reconstruir equitativamente, cohesionando las diferencias en pro del bienestar de las personas. Como ejemplo pongo la sanidad PÚBLICA tenemos, que entre toda la población de nuestro país mantenemos con solidaridad, haciendo uso de esta cualquier individuo. Eso es el sentimiento de fraternidad que yo defiendo y comparto.

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